¿Te conviene implementar el teletrabajo en tu empresa? Estas son sus ventajas e inconvenientes
El teletrabajo era una modalidad laboral residual en España hasta la llegada de la COVID-19. Sin embargo, en los primeros momentos de la crisis sanitaria alcanzó picos que llevaron a casi tres millones de personas a trabajar habitual u ocasionalmente desde casa, según el INE. Ahora, superada la pandemia, se puede decir que el teletrabajo ha llegado para quedarse y muchas empresas lo siguen ofreciendo a sus plantillas ya sea plenamente o en formato híbrido combinado con la presencialidad.
Si eres empresario, te conviene conocer las ventajas y desventajas de ofrecer el teletrabajo a tu plantilla. A continuación, analizamos los pros y contras del trabajo en remoto.
Índice:
- ¿Qué implica el teletrabajo para una empresa?
- ¿Por qué implementar el teletrabajo? Beneficios para las empresas
- ¿Cuáles son las desventajas del teletrabajo para un negocio?
- Entonces ¿en qué casos sería mejor implementar el teletrabajo y en cuáles no?
¿Qué implica el teletrabajo para una empresa?
En estos últimos años, las empresas se han tenido que plantear si les conviene el teletrabajo y hasta qué punto implantarlo en sus plantillas. Es un asunto crucial, puesto que afecta a muchos aspectos, desde la organización de los trabajadores y su productividad al equipamiento tecnológico de los empleados, pasando por el modelo de oficina, los costes fijos, la cohesión del equipo humano o la misma cultura corporativa.
¿Por qué implementar el teletrabajo? Beneficios para las empresas
Ahorro de costes
El principal recorte que propicia el teletrabajo en los gastos de una empresa tiene que ver con el alquiler de oficinas. También en su mantenimiento, en forma de limpieza, gastos generales del edificio y pago de facturas de agua, luz o comunicaciones. Esas rebajas siempre serán mayores que la compensación que por la Ley del Teletrabajo (Ley 10/2021 de 9 de julio) tiene que hacer la compañía al empleado. Una compensación que en muchos convenios se ha fijado entre 25 y 35 euros brutos al mes para teletrabajadores a tiempo completo.
Eficiencia y aumento de la productividad
El teletrabajo aporta eficiencia porque reduce las reuniones innecesarias. Además, permite a cada empleado concentrarse en los aspectos fundamentales de cada tarea, sin distracciones, así como organizar su tiempo. Por otro lado, con las herramientas informáticas de colaboración se facilita el flujo de trabajo y se garantiza que el intercambio de ideas no decaiga, a pesar de la distancia física entre las personas.
Cultura del trabajo por objetivos
Las empresas que optan en alguna medida por el teletrabajo acaban adoptando el modelo de trabajo por objetivos. Ya no se trata de que el empleado esté en la oficina y se haga notar, sino que cumpla con un objetivo de negocio. Este sistema hace a todo el mundo más eficiente y responsable, pero también permite detectar mejor a aquellas personas remolonas o que no llegan al mínimo exigido.
Reduce el absentismo
Otro de los beneficios del teletrabajo para las empresas tiene que ver con el absentismo. El teletrabajo facilita al empleado la conciliación de vida familiar y laboral, por lo que reduce las ausencias de los empleados por temas de carácter personal (como ir al médico o cuidar un hijo) o burocrático. Al estar en casa y organizar su horario, el trabajador no tiene necesidad de perder una jornada completa en estas tareas. En este sentido si, por ejemplo, dedica la mañana a estos quehaceres, puede recuperar el trabajo pendiente por la tarde.
Permite atraer a los mejores profesionales
Los empleados, sobre todo los más jóvenes, prefieren el teletrabajo a la jornada presencial de 9 a 6. Ofrecer teletrabajo de forma flexible, o en algún grado que incluye el sistema híbrido combinado con la presencialidad, es hoy una buena manera de atraer a un buen profesional. Es parte de lo que se conoce como “salario emocional”, que algunos valoran más que la retribución monetaria.
La plantilla estará más contenta
En general, los trabajadores ven con buenos ojos desarrollar parte de su semana laboral desde casa porque les permite conciliar mejor, así como evitar el gasto económico y de tiempo que suponen las idas y venidas al centro de trabajo. Por lo tanto, el trabajo en remoto es clave para contar con una plantilla feliz.
Es un impulso para emprendedores
Un empresario que empieza un proyecto podrá reducir mucho sus costes iniciales si impulsa que su plantilla desarrolle sus funciones en remoto. De otra forma, no tendrá que comprar o alquilar oficinas, adquirir mobiliario y contratar todos los servicios indispensables para poner en pie un centro de trabajo.
¿Cuáles son las desventajas del teletrabajo para un negocio?
Se resiente el trabajo en equipo
El teletrabajo permite que el empleado gane en autonomía y refuerza su individualidad, al tener que gestionar de forma efectiva su tiempo y tareas pero, a la vez, puede afectar al trabajo en equipo. Hay plataformas tecnológicas para compartir materiales y realizar reuniones de forma periódica, pero la distancia puede acabar resintiendo la capacidad para colaborar y entender al compañero.
Merma la innovación y la creatividad
Algunos empresarios tan ilustres como el CEO de Apple, Tim Cook, o el jefe de Netflix, Reed Hastings, se han quejado en estos últimos años de que el trabajo en remoto merma la creatividad y la innovación. La dispersión de la plantilla puede hacer que disminuya la cohesión y el entendimiento en los equipos. Los encuentros improvisados en la oficina muchas veces generan ideas e intercambios de puntos de vista que, con el teletrabajo, es más complicado que se produzcan.
Hace difícil mantener la cultura de empresa
El teletrabajo también pone muy cuesta arriba a las empresas mantener su cultura corporativa y el sentimiento de pertenencia del empleado. Aunque hoy la tecnología permite al trabajador estar permanentemente conectado y en relación virtual con sus compañeros, las interacciones por estos medios no llegan a ser tan completas como las reales, en las que gana protagonismo la comunicación no verbal, que muchas veces es la más importante.
Hace necesario un cambio organizativo
El teletrabajo obligará a revisar las actividades que realiza cada empleado, para definir qué puestos pueden ser remotos y en qué medida lo serán. Al final hay posiciones, como las de atención al público en una tienda, que no pueden adoptar el teletrabajo de ninguna manera. Si el modelo es híbrido también habrá que plantearse preguntas como: ¿Todos los empleados van a asistir los mismos días a la oficina? ¿Se va a organizar por departamentos?
Hay que redimensionar las oficinas
En principio el teletrabajo conlleva un ahorro para las compañías, que pueden reducir o incluso cerrar oficinas. Pero también obligará a redimensionar espacios y a cambiar instalaciones, lo que supone en todo caso un gasto. Muchas empresas están optando por oficinas donde los puestos no están asignados de antemano y en las que hay muchos espacios de colaboración y socialización, para forzar el intercambio de opiniones y la convivencia los días en que los trabajadores coinciden.
Dificulta la incorporación de nuevos empleados
El proceso de aterrizaje en una empresa de un nuevo trabajador siempre será más fácil en un esquema de trabajo presencial. Lo ideal al incorporar a un nuevo empleado es que conozca en persona a los que van a ser sus compañeros y que, incluso, pase varias semanas tomando nota de lo que hacen, para ir poco a poco asumiendo esas mismas responsabilidades. En un entorno deslocalizado, con toda o gran parte de plantilla en casa, estos procesos de onboarding son más complicados.
Más exposición a ciberataques
La dispersión de los trabajadores lleva también a una dispersión de los datos que manejan, por lo que las empresas tienen más complicado proteger la información. No es lo mismo una plantilla con 100 empleados donde todos trabajan con una red local que es vigilada constantemente por el departamento informático, que otra donde esos 100 empleados están repartidos en diferentes localizaciones y acceden a los archivos desde dispositivos personales que no tienen antivirus ni están monitorizados por un cortafuegos (firewall) de empresa, por ejemplo.
Entonces ¿en qué casos sería mejor implementar el teletrabajo y en cuáles no?
Una vez vistos los pros y contras del teletrabajo, conviene pensar en qué casos se puede aplicar. La respuesta no es sencilla y la casuística es grande. Hay sectores de actividad a los que el teletrabajo les viene al pelo. Las empresas tecnológicas son un claro ejemplo. Un desarrollador de software puede trabajar al otro lado del mundo. También las empresas de información y atención al cliente pueden estar muy deslocalizadas. Pero hay otros ámbitos en los que el teletrabajo sencillamente es inviable, como el de los cuerpos y fuerzas de seguridad.
Incluso dentro de una misma compañía habrá que ir analizando la conveniencia del teletrabajo departamento por departamento, o puesto por puesto. Mientras que el equipo comercial, muy dado por naturaleza al trabajo itinerante (de visita a clientes), se presta a esta modalidad, el personal que atiende al público en una tienda o en una sucursal bancaria no tendrá esta opción.
En la Administración pública pasará lo mismo. Mientras que el personal sanitario de un hospital deberá mantener su jornada presencial, el departamento de administración de ese mismo centro sanitario podría trabajar desde casa en algunos casos.
En cualquier caso, lo más conveniente es revisar las actividades que realiza cada empleado y definir qué puestos pueden ser cien por cien remotos y cuáles deben ser presenciales o pueden funcionar con un modelo híbrido.