Tendencias emergentes para pymes en la segunda mitad de 2024

Tras finalizar el primer semestre de 2024 ya es posible analizar las tendencias emergentes para pymes que se han ido manifestando este año. Entre ellas se encuentran la transformación digital, que ha seguido avanzando sin pausa; la automatización de procesos, en parte derivada de la digitalización y en parte del uso de la IA; la integración de la inteligencia artificial en procesos empresariales, especialmente en generadores de contenido; o el viraje medioambiental y sostenible de las pymes españolas.

Índice:

1. Transformación digital
2. Automatización de procesos
3. De la mano de la ciberseguridad
4. Aplicación de la inteligencia artificial
5. Apuesta por soluciones sostenibles
6. Estabilización del trabajo remoto

Transformación digital

La transformación digital ha sido una astilla que la pyme española tenía clavada desde hacía varias décadas, y es que resultaba difícil invertir en digitalización cuando se tenía poca liquidez, capacidad de personal e incluso competencias digitales básicas. La digitalización no consiste únicamente en hacer en digital lo que antes se hacía en modo analógico, requiere un cambio de paradigma social y de hábitos importante.

Hoy en día, casi todas las pymes españolas cuentan con una web o una red social, han trasladado a digital su contabilidad y emiten facturas electrónicas (o están en ello), y usan sistemas de CRM para atender a sus clientes. Factores como el relevo generacional en muchos sectores o las ayudas de kit digital han sido claves en esta transformación; sin dejar de lado el abaratamiento de muchas de estas herramientas.

Automatización de procesos

¿El resultado? Nueve de cada diez pymes españolas prioriza los procesos de digitalización. Con sus desafíos por delante, son hitos importantes para la pequeña y mediana empresa. «El mayor enfoque en la digitalización y automatización ha reducido la dependencia del trabajo tradicional en oficinas en ciertas industrias», puede leerse en el mismo informe que arrojaba el dato anterior.

A medida que las pymes son capaces de digitalizar sus activos mediante técnicas avanzadas, también son capaces de gestionarlos de forma automatizada con herramientas virtuales. En ocasiones con herramientas en la nube. Por ejemplo, que los tiquets del negocio estén integrados dentro del programa de facturación hace que sea posible hacer cálculos rápidos sobre beneficios unitarios o previsión de ventas, cálculos tediosos que consumían mucho tiempo.

De la mano de la ciberseguridad

La ciberseguridad era otra de las asignaturas pendientes de la pyme, en parte por la carencia de activos digitales y la falta de vulnerabilidad. Pero según ha ido ganando terreno digital y cambiado folios por unos y ceros, la necesidad por blindar sus nuevas posesiones más valiosas ha ido aumentando.

A este crecimiento de la amenaza y la necesidad le ha seguido un ecosistema orientado a proteger a la pyme, no muy diferente al de la seguridad física cuando a finales de siglo se abrían tiendas. Buena parte de este ecosistema se ha creado alrededor de grandes empresas que ofrecían servicios previos a la pyme como telefonía.

Aplicación de la inteligencia artificial

La inteligencia artificial ha ido integrándose cada vez más dentro del entorno empresarial, aunque hasta principios de 2024 estaba relegada a grandes empresas o startups tecnológicas. Sin embargo, a comienzos de este año varias tendencias relacionadas con la generación automatizada han creado grandes oportunidades económicas para quienes menos recursos tienen:

1. Generación de imágenes automáticas con programas ya masivos y abiertos como Create de Bing, que previamente habían sido comercializados por empresas como MidJourney, Dall·E 2 o Stable Diffusion. Para las pymes ha supuesto el poder visualizar conceptos e ideas, y en algunos casos directamente hacer uso de estas imágenes como resultado final. El año 2024 se caracteriza en que estos modelos están ya integrados en las plataformas de stock de imágenes.
2. Generación de texto automático con soluciones de tipo transformer (como ChatGPT o Bard). Ha ocurrido algo similar, sumado a que varios proyectos de software libre como Open Assistant han visto la luz, y que se han construido millones de herramientas sobre estos sistemas. Así, ya hay traductores, sintetizadores de estudios científicos o buscadores de libros según tus gustos sobre esta tecnología. Más ágiles que las grandes empresas, las pymes se están beneficiando de esta revolución.

Por descontado, el uso de la inteligencia artificial en análisis de mercado, chatbots, optimización de precios, ajuste contable o finanzas han seguido su penetración. Sin embargo, la gratuidad de los generadores automáticos ha hecho que las pymes los integren con rapidez a sus proyectos.

Aunque todavía no está muy generalizado en la pyme, las técnicas de machine learning están ganando capilaridad, y ayudando a una pequeña punta de lanza a construir herramientas.

Apuesta por soluciones sostenibles

El número de pymes que apuesta por la sostenibilidad nunca ha sido mayor. Y es que más de la mitad de las pymes españolas ya están transicionando hacia la sostenibilidad de sus procesos. A menudo mediante soluciones ya bastante estandarizadas como la instalación de fotovoltaica (destacando las comunidades energéticas como nueva fórmula) y en otros casos con soluciones específicas asociadas al sector como la reciclabilidad de materiales o el uso de productos menos contaminantes.

Así, por ejemplo, el comercio local ha empezado a apostar por reparto en vehículos eléctricos (bicicletas de carga incluidas, debido a sus ventajas urbanas), se está prestando especial atención al impacto tanto positivo como negativo de los productos alimentarios durante su cultivo, o en el rédito de marketing de implantar políticas alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda Urbana Española.

Estabilización del trabajo remoto

La pandemia de 2020 tuvo una importancia crítica a la hora de trasladar el teletrabajo a las pymes, aunque de forma forzada y en cierto sentido artificial y poco orgánica. Tras el esperable efecto rebote de 2021 a 2023, y una vez estabilizado el concepto, se observa cómo las pymes empiezan a ofrecer el teletrabajo como un beneficio empresarial más.

El aumento de la digitalización está permitiendo que las empresas consideren esta posibilidad, a menudo en forma de teletrabajo parcial, y el hecho de que buena parte de los trabajadores activos lo hayan experimentado previamente hace que lo demanden de forma activa. Es difícil que se alcancen pronto cotas como las que hubo durante la COVID, pero se esperan aumentos.