¿Qué son las Cámaras de Comercios y cómo te pueden ayudar a consolidar tu proyecto?
Una empresa emergente, que quiere dar el salto al extranjero o que necesita formar a sus empleados tiene en las Cámaras de Comercio a un buen aliado. Conozcamos en detalle el origen y los objetivos de estas instituciones tuteladas por el Estado y por las comunidades autónomas.
Las Cámaras de Comercio tienen una larga historia y hunden sus raíces en la Edad Media, en los gremios de artesanos y comerciantes. Hoy, estas instituciones operan prácticamente en todas las provincias de nuestro país y también en muchos lugares del extranjero, sobre todo en países de lengua española, donde las empresas y la economía nacional tienen importantes intereses.
Las modernas Cámaras de Comercio vinieron a sustituir a finales del siglo XIX a los gremios como forma de defender los intereses generales de las compañías locales, sobre todo de las pequeñas y medianas. Actualmente están reguladas por una ley de 1993 que las convirtió en órganos consultivos y de colaboración con las Administraciones públicas para la promoción comercial, de la industria y en general del tejido económico de su ámbito de influencia.
La Cámara de Comercio de España reúne a 85 cámaras de alcance provincial e incluso comarcal. Se suelen ubicar en capitales, pero también en provincias de segundo orden. Hay Cámaras de Comercio en ciudades importantes como Madrid, Barcelona, Valencia o Zaragoza, pero también en otras más periféricas, como Miranda de Ebro, Motril, Palamós, Torrelavega o Tortosa.
Además, de esta institución dependen otras 44 Cámaras de Comercio en el exterior, y que se engloban en Camacoes. Estas “embajadas empresariales” ayudan a las empresas nacionales a vender fuera y ampliar las oportunidades que no se encuentran en el mercado interior. Sobre todo están en Latinoamérica, aunque se ubican asimismo en mercados con muchas posibilidades para la economía española como el alemán, el estadounidense, el chino o el japonés, entre otros.
La misión de las Cámaras de Comercio
Estas instituciones asesoran a potenciales empresarios a la hora de crear su proyecto, ayudándoles con los trámites, informándoles de subvenciones o realizando un plan de viabilidad. Un buen asesoramiento por parte de una Cámara de Comercio permitirá a una compañía joven o de nueva constitución ajustar su plan de empresa, sus productos y sus costes, y comprobar si tiene opciones de futuro. Las Cámaras también suelen disponer de ventanilla única para constituir una empresa desde un único sitio y evitar excesos de burocracia.
Además, las Cámaras ofrecen formación y cursos de interés en torno a técnicas de venta, gestión de personal, fiscalidad, gestión logística, transformación digital, marketing, comercio exterior o responsabilidad social corporativa, entre otros temas. También pueden mediar para dirimir conflictos empresariales y expedir certificados.
Financiación de las Cámaras de Comercio
Las Cámaras de Comercio se financian con aportaciones voluntarias de los empresarios y con el cobro de los servicios prestados. Y son gestionadas por los propios empresarios a través de sus órganos de dirección. El presidente es nombrado por los miembros del pleno de cada cámara, cuyos miembros a su vez son elegidos por sufragio directo de las empresas de cada zona.
También reciben fondos europeos y de la Administración pública en España destinados a ayudar a empresas y autónomos. En 2010 se suprimió la obligatoriedad de las empresas de contribuir al sostenimiento de las Cámaras. Es decir, son entidades con una función pública (Ley básica de las Cámaras de 2014) y están tuteladas por las comunidades autónomas. Pero en teoría no reciben recursos públicos, aunque en algunas comunidades, como Castilla y León o Canarias, la normativa varía.
Participación en el debate público
Las Cámaras de Comercios suelen entrar en el debate económico del país o de su zona de influencia. La Cámara de Comercio de España hace previsiones de lo que puede pasar con la economía general del país a corto y medio plazo o elabora informes para analizar el índice de internacionalización del tejido productivo nacional. También toma parte en el debate sobre la política económica europea, nacional y regional a través de su presidente, José Luis Bonet.
En estos momentos, las Cámaras de Comercio se están preparando para ayudar a las compañías de este país a aprovechar los 140 000 millones de euros que en principio se han destinado para España dentro del programa NextGenerationEU, y que contemplan transferencias directas y préstamos en los próximos años para reactivar la economía y la actividad de las empresas tras la crisis de la COVID-19.
Además, las Cámaras se han unido a la alianza para favorecer la Formación Profesional en España, una iniciativa impulsada por el Ministerio de Educación, y que será clave para reducir el desempleo y mejorar la inserción laboral de los jóvenes y estrechar el vínculo entre docencia y empresas. Asimismo, han estado muy activas en los últimos meses a la hora de pedir atención y ayuda para recuperar el sector turístico, que genera un 11% del PIB nacional. O para fomentar las políticas de sostenibilidad y la economía circular en las pequeñas y medianas empresas.