De una oposición a la repostería de lujo: Balbisiana
Detrás de unas tartas que son verdaderas joyas reposteras, se encuentra la historia de una joven opositora que decidió dejar su carrera en un prestigioso despacho de abogados para lanzarse a su verdadera vocación.
Paula Babiano lleva haciendo tartas desde que tiene memoria. Esta afición tan dulce se la debe a su abuelo, quien le enseñó de niña a melar pestiños en Navidad y a dar forma a las rosquillitas en familia.
Ya de adulta, Paula nunca abandonó esta afición y la combinó en su tiempo libre con sus estudios y profesión: se licenció en Derecho y empezó a opositar para convertirse en registradora de la propiedad. Tras 5 años muy duros ante los apuntes, decidió abandonar la oposición y empezó a trabajar en el prestigioso despacho de abogados Cuatrecasas.
En ese tiempo, y sin olvidar las rosquillas y los pestiños, Paula empezó a probar recetas y a aprender de manera autodidacta. Aprovechaba cualquier ocasión social, con sus amigos, su familia o sus compañeros para elaborar sus pequeñas creaciones.
Hasta que un día, en una de estas reuniones con los suyos, le hicieron un encargo real para hostelería. Y después vino otro, y otro… y los pedidos empezaron a multiplicarse.
Paula intentó compaginar su trabajo en el despacho por el día con la preparación de las tartas de madrugada hasta que llegó el día en que tomó una decisión y decidió colgar la toga. “Dejar un trabajo estable fue difícil, pero al final me gustaba tanto que durante un año estuve haciendo lo que podía”.
Y el esfuerzo tuvo su recompensa. Así nació Balbisiana a finales de 2017.
De trabajar de madrugada para sacar los pedidos a abrir una tienda online
“Empecé de cero sin inversión, montar una tienda física era casi imposible y no tenía ni aval ni garantía”, cuenta Paula sobre los comienzos. Todo esto le hizo empezar con una tienda online, desde la que daba salida a los cada vez más numerosos encargos que le iban llegando.
Si Balbisiana pudo materializarse fue gracias al enorme esfuerzo de Paula en estos primeros momentos. Al principio, ella se ocupaba de prácticamente todo: la elaboración del producto, el packaging, la presentación, las posibles incidencias…Solo repartía en Madrid, pero pronto dio el salto nacional y en tan solo 2 años de vida, Balbisiana ya era un referente en la repostería de lujo.
Y llegó la pandemia… y Balbisiana siguió creciendo
Sin embargo, como en toda buena historia, siempre hay un giro de los acontecimientos. Para muchos empresarios hosteleros, la pandemia y los cierres fueron una dificultad muy difícil de salvar. Para Balbisiana, fue toda una oportunidad.
El negocio de tartas online no paró de crecer durante aquellos meses y, como cuenta su fundadora, “hemos duplicado la facturación”.
Aunque en un principio Paula se dedicaba exclusivamente a las tartas, en la carta de Balbisiana hoy podemos encontrar bizcochos, trufitas, berlisianas… Todas, verdaderas perlas del dulce que se preparan el mismo día de su entrega para hacer las delicias de los paladares más exigentes.
Precisamente, uno de los principales retos a los que se ha enfrentado Paula con Balbisiana es el tema del transporte, ya que sus productos son “pequeñas joyas” que tienen que llegar perfectas a su destino. “Es un producto extremadamente delicado”, comenta su creadora. Por ello, su empresa cuida hasta el último detalle de sus envíos, con “mucha formación a los transportistas y muy buen packaging para el transporte nacional”.
En la actualidad, Balbisiana cuenta con su propio establecimiento físico en la calle Velázquez 55 de Madrid, compartiendo escaparate con los negocios más chics de la ciudad.