Capital social de una empresa: qué es, cómo se calcula y cómo aumentarlo

Hay muchas formas de diagnosticar la situación de una empresa. Todas ellas funcionan bajo diferentes criterios y evalúan diferentes aspectos: saneamiento, deuda, finanzas, marca… Uno de estos patrones es el capital social, que retrata la solvencia de la compañía.

¿Qué es y cómo se constituye el capital social de una empresa?

Lo que llamamos capital social es la suma de las aportaciones realizadas a la empresa por sus socios, a cambio de un porcentaje de la propiedad de la misma. Se establece en los estatutos de la sociedad y su principal función es la de servir como garantía de la capacidad de la firma para hacer frente a sus obligaciones contractuales o crediticias.

Este concepto nada tiene que ver con el de patrimonio, que se refiere al conjunto de derechos y obligaciones monetarios que acumula la entidad. Pese a que patrimonio y capital social frecuentemente coinciden en el momento de la fundación de la compañía, el primero aumenta o disminuye con el tiempo dependiendo del desempeño de la empresa; mientras que el segundo se mantiene estable y solo varía si así lo deciden los socios en conjunto, aprobando operaciones de aumento o reducción de capital.

Tipos de aportaciones al capital social

Los socios, como ya se ha dicho, construyen el capital de la sociedad a través de sus aportaciones. Estas tienen dos variantes:

• Dinerarias
• No dinerarias

Los participantes pueden construir el caudal social a través de dinero contante y sonante, que pasará a formar parte de la parte líquida de aquel. Sin embargo, también pueden aportar inmuebles, maquinaria, vehículos y cualquier otro tipo de bien no pecuniario que sea útil para el objeto social definido en los estatutos. Para una empresa de construcción, una excavadora forma parte del capital estatutario tanto como el montante depositado en la cuenta del banco.

Cálculo del capital social

El cuerpo legal que regula las sociedades de capital es el Real Decreto Legislativo 1/2010 y, en su capítulo primero, determina la configuración y los requerimientos de capital de cada tipo de sociedad.

• En las sociedades de responsabilidad limitada, el capital social está dividido en participaciones sociales y no puede ser inferior a un euro. En el caso de que sea inferior a 3.000 euros, deberá destinarse al menos un 20% del beneficio a la reserva legal, hasta que esta cuantía, sumada al capital social, alcance dicha cantidad.
• En las sociedades anónimas y comanditarias por acciones, el capital está dividido en acciones, la suma de las cuales no puede ser inferior a 60.000 euros.

¿Se puede aumentar o reducir el capital social?

Una vez constituida la sociedad, el capital social puede ser objeto de modificaciones. Estos cambios, motivados por las circunstancias económicas de la organización, exigen la modificación de los estatutos de la sociedad, que deberá ser acordada por la junta general de accionistas.

Cómo y por qué aumentar el capital social

El capital social no es otra cosa que la suma de todas las participaciones o acciones que posean los socios de la compañía. Con esa premisa, podemos distinguir dos vías para realizar una ampliación de capital: 

• La emisión de nuevas participaciones.
• Aumentar el nominal de las participaciones, es decir, incrementar el precio de las acciones o participaciones en que se divide el capital social.

Los motivos que pueden llevar a una empresa a realizar una ampliación de capital son variados, y no todos positivos. Puede ser una respuesta a una situación crítica de pérdidas que tenga contra las cuerdas a la firma, de forma que esta reciba un mayor caudal de capital que le ayude a ‘salir del paso’; o bien puede ser una alternativa para financiar adquisiciones u otras operaciones de crecimiento. 

También se recurre frecuentemente a los aumentos de capital para hacer posible la entrada de nuevos socios en la compañía.

Cómo y por qué reducir el capital social

Si la Junta decide que hay que minimizar el caudal social, puede optar por tres modalidades básicas:

• Amortizar una cantidad determinada de participaciones o acciones, compensando a sus titulares.
• Reducir el valor nominal de las participaciones sociales.
• Reemplazar una cantidad de participaciones por otras con menor valor nominal.

Es una actuación, si cabe, más delicada que la anterior. Estamos hablando de la disminución de los fondos propios de la empresa, por lo que el trasfondo difícilmente puede tener una lectura optimista. En muchas ocasiones, esta decisión se debe a que la sociedad está atravesando un momento difícil económicamente, que hace necesario equilibrar el capital social con un patrimonio erosionado por las pérdidas.

No obstante, también es posible que la reducción de capital se lleve a cabo simplemente porque el montante acordado en los estatutos sobrepasa las necesidades de la firma.