Cradle to Cradle Certified: el sello de sostenibilidad de las startups
Allá por el año 2002, Michael Braungart y Willian McDonough se dieron cuenta de que el sistema lineal de la economía, que sigue el esquema de extraer, fabricar, usar y tirar, era insostenible a largo plazo. Por ello, publicaron un libro con el título Cradle to Cradle: rediseñando la forma en que hacemos las cosas tratando de ofrecer una alternativa sostenible.
El éxito de este libro y de este concepto fue tal que, con el paso del tiempo, sus autores decidieron crear un estándar global de productos. Aquellos que cumplen con los requisitos de ese modelo pueden obtener el certificado Cradle to Cradle, el cual ofrece multitud de ventajas. Aquí vamos a explicar cuáles son.
Índice:
- ¿Qué es la certificación Cradle to Cradle?
- ¿Qué evalúa este certificado?
- Beneficios de la certificación
- ¿Cómo conseguir el certificado Cradle to Cradle?
¿Qué es la certificación Cradle to Cradle?
La certificación Cradle to Cradle, que podría traducirse como ‘de la cuna a la cuna’, es concedida por el Cradle to Cradle Products Innovation Institute, que es una entidad sin ánimo de lucro. Se trata del estándar global más utilizado del mundo con el propósito de garantizar que un producto es seguro, circular y responsable con el medioambiente.
Conviene hacer hincapié en que se trata de un modelo basado en la economía circular y, sobre todo, en que todo puede diseñarse de dos maneras. Por un lado, que pueda retornar a la tierra (nutrientes biológicos); por otro, reutilizarse como material de alta calidad en productos nuevos (nutrientes técnicos).
De hecho, este certificado se basa en tres principios fundamentales, que son:
- Entender los residuos como si fuesen nutrientes, lo que implica que deben tratarse de modo que siempre tengan una utilidad en el circuito económico.
- Fomentar la diversidad en términos sociales, culturales y biológicos.
- Emplear energías limpias y renovables.
¿Qué evalúa este certificado?
En concreto, la certificación Cradle to Cradle evalúa cinco aspectos fundamentales, los cuales ofrecen un camino medible hacia el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible auspiciados por la Organización de Naciones Unidas. Son estos:
- Salud de los materiales: la autoridad competente debe determinar que los productos son seguros para el medioambiente y para los seres humanos.
- Circularidad: desde su diseño original, los productos han de estar sujetos a la regeneración y al rediseño.
- Protección del aire y el clima: principalmente, promoviendo el uso de energías renovables y reduciendo las emisiones de gases contaminantes.
- Gestión del suelo y del agua: impidiendo que se arrojen agentes contaminantes a cualquiera de estos elementos tan necesarios para la vida.
- Igualdad social: todas las fases del producto han de llevarse a cabo respetando los derechos humanos y colaborando para conseguir una sociedad más justa y equitativa.
Beneficios de la certificación
Tras lo expuesto anteriormente, está claro que el planeta se beneficia de todos los productos que obtienen la certificación Cradle to Cradle. Ahora bien, las empresas y los consumidores también lo hacen.
En primer lugar, fabricando productos de mejor calidad que reducen los costes de seguridad en la cadena de producción y en los ecosistemas. Además, se trata de una certificación de reconocido prestigio internacional que mejora la imagen de marca y la posición de la empresa en el mercado. Por si fuera poco, Cradle to Cradle Certified estimula la creatividad de los seres humanos y el desarrollo de procesos innovadores en la industria.
¿Cómo conseguir el certificado Cradle to Cradle?
Como ya señalamos, el Cradle to Cradle Products Innovation Institute es el responsable de evaluar los productos y las empresas, pero también de expedir esta certificación. En concreto, el proceso consta de un total de tres pasos que hay que llevar a cabo:
- Comprobar que el producto cumple con los requisitos de la certificación Cradle to Cradle: por ejemplo, asegurándose de que no incluye ningún producto químico prohibido.
- Elegir una agencia homologada con capacidad para evaluar y analizar el producto.
- Rastrear y analizar los datos del producto junto a los revisores de la agencia.
Una vez comprobado que el producto en cuestión cumple la norma, la agencia expedirá la certificación Cradle to Cradle en nombre de la organización. Sin embargo, el trabajo no acaba aquí, ya que cada dos años se deberá informar acerca de la evolución del producto y de la consecución de los nuevos objetivos marcados.
En definitiva, la certificación Cradle to Cradle lleva más de una década mostrando cuáles son los productos que más respetan el medioambiente y la sociedad en su conjunto. Un estándar asociado a multitud de valores positivos que, además, puede mejorar la imagen de las empresas y abrirles nuevos horizontes económicos.