¿Cómo crear una página web para tu empresa?
La creación de una página web de empresa es totalmente imprescindible en los tiempos que corren. Ya lo era antes de la pandemia, y aún más ahora que la COVID-19 ha disparado el comercio online y democratizado el marketing a través de internet. Sin embargo, abordar la tarea por primera vez se antoja como escalar una montaña: emprender es un trabajo de todo el día, así que ¿cómo exprimir las horas del reloj para sacar adelante un site competente?
En realidad es mucho más sencillo de lo que parece. Sólo hay que interiorizar dos premisas: que se trata de un trabajo inexcusable para el futuro (y el presente) del proyecto y, sobre todo, que la página web es la empresa. Mantenerla a flote en las aguas de la red es tan importante como tratar con los proveedores o el servicio de atención al cliente.
¿Qué necesito para crear una web profesional?
Antes de empezar a construir, hay que contar con una parcela propia, por lo que lo más recomendable es adquirir un dominio propio para la empresa. Hay muchos tipos de dominios, cuyo precio oscila entre los 5 euros mensuales – en el caso de los más comunes- a los 80 – en los más específicos-. En consecuencia, comprar uno de los más habituales supondrá una inversión mínima con un retorno excelente.
El dominio es la dirección URL asociada a la página, por lo que además del nombre comercial debería incluir palabras clave vinculadas a la temática o sector adecuados, y que registren un elevado número de búsquedas. Este será nuestro primer contacto con el SEO, es decir, con la ciencia del posicionamiento en internet, algo a lo que más vale acostumbrarse, pues será una constante durante el proceso de creación del sitio.
Elegir bien el hosting, el alojamiento de la web, es crucial para que tenga un buen rendimiento, lo que influirá de forma directa en el nivel de satisfacción de los visitantes de la página. Sí, estamos hablando de los clientes potenciales, así que más vale tomarse esta fase muy en serio. Dedicale el tiempo que haga falta para filtrar la ingente cantidad de ofertas disponibles:
- Compara precios.
- Asegúrate de que van a darte un soporte técnico rápido y eficaz las 24 horas del día.
- Evalúa los planes de migración para poder cambiar fácilmente de hosting en caso de que lo consideres conveniente.
- Que su uso sea fácil e intuitivo para el usuario profano.
- Que tenga funcionalidades básicas como filtro de spam y copia de seguridad.
Si bien la adquisición de un dominio y un espacio en un hosting no son estrictamente imprescindibles, sí nos darán acceso a una gama de opciones más completa a la hora de seleccionar un gestor de contenidos (CMS) para nuestra página, el siguiente paso en la creación de la web.
El CMS es el sistema que nos permitirá darle forma a la página y nutrirla de contenidos y funcionalidades para quienes la visiten. A través de esta herramienta, esculpiremos la presencia online de la compañía, desde el apartado de contacto a la sección de ventas, pasando por el formato, la tipografía, las imágenes y, en definitiva, todo el proyecto empresarial trasladado a internet.
Estos programas no son más que plantillas que habilitan al usuario sin conocimientos de programación para diseñar páginas web a partir de modelos preestablecidos. Hay muchas alternativas económicas y de buen acabado (Joomla, Magento, Prestashop…) pero desde aquí lanzaremos la recomendación de usar WordPress, el más popular y versátil.
WordPress tiene dos vertientes: WordPress.com y WordPress.org. El primero es totalmente gratuito, pero más limitado en cuanto a funcionalidades. El segundo exige contar con un dominio además de un hosting y es algo más complejo de utilizar, pero también permite alcanzar resultados mucho más profesionales, dada su mayor profundidad.
La diferencia más importante es que WordPress.org permite integrar plugins, que son aplicaciones diseñadas para la implementación de funciones como tienda online, asistente SEO o medidor de tiempos de carga, todo ello de forma automática y sin necesidad de conocimientos avanzados en informática o programación.
¿Cómo diseñar la página web de mi empresa?
Piensa en tu página web de empresa como el recibidor de la sede de tu compañía. ¿Qué es lo primero que deben ver tus clientes? ¿Qué tipo de trato deseas darles? ¿Cuáles son las prioridades que quieres transmitir? Todas estas cuestiones confluyen en un término: identidad corporativa, la matriz de la que emana hasta el último gramo de la información que pongamos en la red. Una información que debe ser transparente, veraz, clara y perfectamente coherente con los valores y finalidad del proyecto.
El primer contacto con el visitante será la URL de tu web, que es como el DNI de tu proyecto en la red. No sólo será nuestra tarjeta de presentación, sino que, gracias a la magia del SEO, marcará la diferencia entre escalar posiciones en las búsquedas de Google o caer en picado. Por tanto, la configuración de ese conjunto de caracteres que aparece en la barra de internet está lejos de ser baladí.
Intenta que el nombre de dominio sea sencillo, directo y fácil de recordar, evitando el uso de mayúsculas, guiones o la letra ‘ñ’. Asimismo, es altamente recomendable incluir palabras clave relevantes, como dijimos antes. Por último, es aconsejable comprar otros dominios específicos aparte del .com o .es, para evitar apropiaciones fraudulentas de tu imagen de marca.
Solventado el paso anterior, es el momento de meterse de lleno en el contenido. Resulta fundamental poner unos cimientos sólidos que nos permitan estructurar una web fidedigna a la identidad de marca y a los servicios o productos que ofrecemos. Para ello lo mejor es seleccionar una plantilla premium con una base completa sobre la que construir las distintas secciones, cuidando el SEO. Estos son algunos parámetros a tener en cuenta:
- Que sea web responsive, es decir, compatible con todos los navegadores y dispositivos con acceso a internet: PCs, smartphones, tabletas, smart TVs…
- Que permita la inclusión de los plugins más importantes en una página web de empresa: Yoast SEO, WooCommerce, Akismet, Varnish Cache, etc.
- Que sea altamente personalizable.
Llegados a este punto, es hora de maquetar las diferentes secciones de la página. Siguiendo con el símil arquitectónico, se trata de que las diferentes habitaciones de la casa estén bien diferenciadas, pero interconectadas.
El cumplimiento de los preceptos de la identidad corporativa exige que la primera tarea a realizar sea crear la sección ‘quiénes somos’, es decir, identificarnos ante los potenciales visitantes de nuestra página. A este apartado le debe seguir el de ‘contacto’, ambos bien visibles y accesibles desde la página principal. El usuario debe tener claro en todo momento quién está detrás del proyecto y el objetivo del mismo.
A partir de aquí, iremos agregando diferentes secciones según la naturaleza del negocio: catálogo, tienda online, certificados, partners, prensa, etc. Los plugins serán unos aliados impagables a la hora de enriquecer la experiencia del visitante.
¿Cómo poner la política de cookies en mi web?
Las cookies son uno de los elementos de internet que más controversia ha generado en los últimos tiempos. Se trata de pequeños archivos que se autoinstalan en las terminales de los usuarios, almacenando datos sobre su actividad en internet. Son utilizados como ‘rastreadores’ de preferencias y tendencias, lo que conlleva una serie de riesgos en el ámbito de la privacidad y la información personal que han motivado un endurecimiento de su regulación.
Toda página corporativa tiene la obligación de hacer saber al usuario la presencia de cookies en la web, qué tipo de información recogen y quién será su destinatario, así como de solicitar su consentimiento para habilitarlas. Normalmente esto se hace a través de mensajes genéricos en banners o elementos emergentes, que le dan al visitante la opción de aceptar o cancelar. Algunas aplicaciones incluso dan la posibilidad de elegir a qué tipo de cookies se da el consentimiento.
Lo más sencillo para cumplir este trámite es instalar una aplicación que genere el texto legal pertinente y el cuadro de opciones para el usuario. Hay múltiples opciones, como la que el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) ofrece en su web.
¿Cómo posicionar mi web profesional?
Palabras clave, palabras clave y palabras clave. Es el mantra que tiene que regir todos los aspectos del site, desde el nombre del dominio hasta los textos que acompañan a las secciones, pasando por los títulos de las imágenes. Si piensas incluir un blog, es bueno redactar los titulares de los artículos en base a las keywords, que también deberían estar presentes en las metadescripciones que aparecerán en Google.
Google Adwords y Google Trends son las herramientas más populares para la detección de palabras clave y la medición de su impacto en los buscadores. En este aspecto, uno de los plugins imprescindibles es el anteriormente mencionado Yoast SEO, que emplea un sistema de ‘luces de semáforo’ para avisarnos de los contenidos que necesitan optimización.
Por otro lado, para cautivar a los buscadores es fundamental mantener actualizada la página agregando asiduamente contenidos útiles para nuestro público potencial -lo que en la jerga del marketing online se denomina contenido de valor-, añadir vídeos y contenido interactivo y, sobre todo, huir como de la peste del contenido duplicado. Copiar es cómodo y rápido, pero nos hará perder posiciones en el pelotón de Google. La cantidad de enlaces, internos y externos, tendrá también relevancia en nuestro peso en las búsquedas.
Para ayudarnos durante el proceso, es posible acudir a profesionales expertos en la materia, que nos darán las pautas y herramientas que nos facilitarán avanzar e incrementar nuestra visibilidad en internet. En este sentido, Santander y Telefónica Empresas han puesto en marcha un servicio para mejorar el posicionamiento que sus clientes tienen en la red.
En plena era de la digitalización, nunca ha sido tan fácil desarrollar un sitio web corporativo. Solo hay que establecer una buena metodología de trabajo y, sobre todo, tener claro que los objetivos y la presencia online de la compañía son la medida del proyecto empresarial.