¿Cómo hacer un plan financiero? Así puedes calcular los números de tu negocio
Si estás pensando en poner en marcha un negocio, es posible que te hayas encontrado con que elaborar un plan es imprescindible.
El plan financiero de una empresa es un mapa completo de su situación actual y futura, a nivel de activos y estrategias. Es uno de los documentos más importantes de un negocio, ya que recoge su esencia y funciona como guía para la toma de decisiones, tanto financieras como profesionales.
Además, es esencial para comprobar la viabilidad de una idea y de los pasos a dar para que se haga realidad.
Índice
- ¿Qué es un plan financiero y para qué sirve?
- ¿Por qué hacer un plan financiero? Ventajas
- ¿Qué datos necesitas recopilar para hacer tu plan financiero?
- ¿Cómo se hace un plan financiero paso a paso?
¿Qué es un plan financiero y para qué sirve?
Un plan financiero es un documento en el que se recoge todo aquello que es fundamental para empezar a rodar una nueva idea de negocio o para ver lo factibles que son los nuevos objetivos, si la compañía ya está consolidada.
Este documento recoge todos los datos sobre la situación actual de la empresa, las metas a cumplir a corto, medio o largo plazo, y las medidas y herramientas que necesita para llegar a cumplir lo propuesto.
La finalidad de elaborar este plan es conocer el diagnóstico al detalle del estado financiero de una empresa de una forma realista.
Gracias a los datos que recoge, un plan financiero sirve como base para tomar decisiones razonadas y gestionar de forma eficaz los recursos, en función de las necesidades de cada periodo.
También ayuda a la confección de estrategias, mejoras y expectativas para el futuro.
¿Por qué hacer un plan financiero? Ventajas
Las ventajas de elaborar el plan económico financiero de una empresa es que permite tener una “instantánea” de su situación con todo tipo de particularidades.
A través de él es posible:
- Cuantificar la actividad de la empresa en términos de progreso hacia el logro de unos objetivos,
- comprobar que se está haciendo una gestión eficaz de los recursos y de las herramientas,
- conocer e identificar las necesidades de financiación,
- minimizar los riesgos a asumir,
- discriminar gastos innecesarios, revisar la capacidad de endeudamiento y
- establecer líneas estratégicas además de atraer inversión.
¿Qué datos necesitas recopilar para hacer tu plan financiero?
Es muy probable que muchos de los datos que serán necesarios para tu plan financiero ya los conozcas de antemano, puesto que son fundamentales en el día a día de tu negocio.
Algunas de las cuestiones más relevantes serán:
- Balance general:
El balance general de la empresa suele hacerse a finales de año y recoge los elementos con los que cuenta la empresa: bienes y derechos (activos), obligaciones como el pago de préstamos, a proveedores, de salarios o de impuestos (pasivos) y los bienes de los que dispone (patrimonio).
- Estado de ganancias y pérdidas:
También conocido como la cuenta de resultados, este apartado muestra los ingresos y los gastos que tienen lugar en la empresa, además de la rentabilidad de su actividad.
- Plan de inversiones:
En esta parte del plan financiero se indica la cantidad de inversión inicial que hace falta para poner en marcha el negocio o un proyecto nuevo dentro de la empresa. Para ello, se consideran los activos fijos tangibles (como el mobiliario, la tecnología, la maquinaria…) y los intangibles (el valor del negocio, las patentes, los gastos de I+D…).
- Cashflow:
Al flujo de caja se le suele conocer con esta voz inglesa y se refiere a la liquidez de un negocio en un periodo concreto. Calculando la diferencia entre la entrada y la salida de ingresos financieros, es posible ver la capacidad que tiene una empresa de hacer frente a sus gastos y, por tanto, si es necesario solicitar préstamos o recurrir a inversiones.
- Análisis del punto de equilibrio:
Un aspecto muy importante del plan de negocio es el cálculo del punto de equilibrio, también llamado umbral de rentabilidad o break-even point. Este término hace referencia al momento en el que los ingresos que tiene un negocio empiezan a ser iguales a los gastos y la empresa gana lo mismo que necesita para llevar a cabo su actividad.
Analizar el punto de equilibrio resulta muy útil para saber cuánto tiempo hay que invertir en una idea de negocio antes de que empiece a ser rentable y, por tanto, autónoma e independiente de la financiación.
¿Cómo se hace un plan financiero paso a paso?
Llevar a cabo un plan financiero es algo elemental para asegurar que los primeros pasos de una empresa o proyecto se están dando en la dirección correcta y bajo decisiones razonadas.
Para llevar a cabo esta hoja de ruta, existe una serie de pasos que puedes seguir, recordando, a ser posible, que cada idea, cada empresa y cada plan son únicos y que tendrás que tener en cuenta las particularidades de tu proyecto para poder diseñar una hoja de ruta lo más completa posible.
Teniendo en cuenta lo anterior, a continuación se muestra el paso a paso básico para crear un plan financiero.
Analiza la realidad actual de tu empresa
Conocer el punto exacto en el que emprendes el camino es imprescindible para saber qué puedes esperar, en términos de plazos, retornos de la inversión, etc.
Para ello, analiza la situación actual de tu proyecto, prestando especial atención al capital inicial con el que cuentas, los recursos materiales y personales a los que tienes acceso y la financiación que necesitas para despegar.
Por último, no caigas en el error de estudiar tu idea de forma aislada y dedica tiempo también a investigar el mercado en el que operará, tus clientes, la coyuntura social y económica…
Define la inversión que necesita tu negocio
Una vez conoces los recursos con los que cuentas, es mucho más fácil identificar y determinar qué más necesitas.
Este es un paso esencial para solicitar financiación, ya que los inversores requerirán ver al detalle las necesidades de una idea antes de inyectar liquidez.
Marca el rumbo al que quieres que se dirija tu proyecto
A la hora de poner a rodar una idea, es conveniente determinar una serie de objetivos en el camino que muestren que se está avanzando como está previsto, hacia un fin concreto.
En este punto, lo mejor es combinar el optimismo y la ambición con dosis de realismo. Muchas empresas no sobreviven por tener propósitos iniciales que no son posibles y olvidan que un plan de empresa es, en realidad, una carrera de fondo en la que lo importante no es el horizonte al que llegaremos, sino las metas del día a día, que son las que debemos fijar con mucho cuidado.
Pasa de la idea a la acción
Una vez has definido el rumbo de tu proyecto y las metas que quieres alcanzar, es el momento de poner tus ideas en práctica.
Para ello, debes establecer cómo gestionará tu empresa los recursos de los que dispone: elaborando las estrategias de cada departamento ajustadas a su presupuesto, llevando un control de los gastos, etc.
Prepárate para todo
Un buen emprendedor está preparado para el éxito, pero también para las dificultades. Contar con que hay cosas que pueden salir mal es fundamental para elaborar un buen plan de contingencias que haga posible, en caso de emergencia, mantener la actividad básica de la empresa.
En este plan, deberán aparecer los riesgos, las debilidades y puntos fuertes de la empresa, las predicciones (del punto de equilibrio en un principio y de los beneficios más adelante), la capacidad de ahorro… Solo así serás capaz de predecir obstáculos y hacerles frente con fortaleza y resiliencia.