Apuesta por una empresa sostenible e impulsa su eficiencia
La sostenibilidad empresarial se ha convertido ya no solo en una loable aspiración para contribuir a una sociedad más justa, equilibrada y habitable, sino en una necesidad fundamental de toda compañía. Y es que en el futuro -cada vez más inmediato- las empresas que no vertebren la responsabilidad social corporativa en torno al compromiso medioambiental y al bienestar de la sociedad y del planeta, no podrán prosperar.
Esta necesidad abre la puerta a una nueva y muy interesante manera de hacer negocios: aquella en la que las empresas de todos los sectores sitúan la sostenibilidad en el centro de sus objetivos y la incorporan como una filosofía que articula cada acción de la compañía desde su base. Ahora más que nunca, cuenta el sistema de valores y principios sobre los que se asienta cada empresa. Además, la sostenibilidad ofrece nuevas oportunidades de negocio ligadas al desarrollo sostenible para aquellas compañías que sepan ver, como la oportunidad que es, la transformación de sus prácticas comerciales bajo este nuevo prisma.
Para saber cómo crear una empresa sostenible tendremos en el horizonte los Objetivos de Desarrollo Sostenible del 2030 de la ONU (ODS), en los que se sustentan actualmente el 79% de las estrategias de sostenibilidad existentes en España y que proporcionan el marco idóneo para el diseño de un plan de negocio adaptado a las necesidades de nuestra era. Con este artículo, exploraremos cómo una empresa puede ser sostenible, qué prácticas se pueden incorporar en su funcionamiento diario y cómo esto puede ser beneficioso tanto para el planeta como para su éxito a largo plazo.
Índice
- ¿Qué se considera una empresa sostenible?
- Ventajas de ser una empresa eficiente y sostenible
- ¿Cómo ser una empresa sostenible? 3 acciones que debes promover
¿Qué se considera una empresa sostenible?
Una empresa sostenible lleva a cabo una estrategia win-win: sitúa entre sus objetivos minimizar el impacto negativo en el medio ambiente, considerando los aspectos ecológicos, sociales y económicos de su operación, para conseguir un cuidado efectivo del planeta y una mayor rentabilidad de negocio. Así, una compañía sostenible consigue un beneficio mutuo: vela por el bienestar social y los intereses del planeta y de las generaciones futuras, al tiempo que aumenta su viabilidad y rentabilidad empresarial.
Para considerar una empresa sostenible, su compromiso debe ser asumido como un enfoque integral que se materializa en tres áreas de trabajo o criterios ASG. El área Ambiental, desde la que la compañía atiende a su impacto sobre el medio ambiente; el área Social, donde la compañía desarrolla acciones de impacto positivo en el ámbito de los derechos humanos y el área de Gobernanza, donde el compromiso con la sostenibilidad se muestra a través de un liderazgo ético, formas de buen gobierno, transparencia y el afán por combatir la corrupción empresarial.
Ventajas de ser una empresa eficiente y sostenible
Como hemos señalado, la sostenibilidad no es solo una responsabilidad ineludible para toda empresa, sino también una estrategia inteligente para su éxito empresarial. Y es que puede ser una oportunidad que aporte beneficios sobre la cuenta de resultados, la atracción de potenciales clientes o el desarrollo de nuevas líneas de negocio.
Veamos algunas de las ventajas más habituales que experimentan las empresas cuando adoptan prácticas sostenibles:
- A mayor eficiencia, mayor rentabilidad. Emplear los recursos básicos, como el agua y la energía, de manera más eficiente supone para las empresas un gran ahorro a largo plazo, ya que permite reducir sus costes operativos.
- Atracción de clientes potenciales y contratación de talento. El compromiso con la sostenibilidad es ya una cuestión que atraviesa a toda la sociedad. Por ello, no es de extrañar que los potenciales clientes -y aquellos con una actitud más crítica, dispuestos a establecer un vínculo a largo plazo en sus modos de consumo con compañías responsables- evalúen y busquen empresas que apuesten de manera efectiva por la sostenibilidad en todos sus procesos. Al mismo tiempo, este atractivo se traslada a la captación del talento. Los mejores perfiles profesionales quieren formar parte de un proyecto empresarial que los represente en lo que a valores se refiere y la sostenibilidad se vuelve ya un requisito indispensable.
- Proyección internacional. Las posibilidades de expansión de una empresa, en estos momentos, dependen en gran medida del grado de cumplimiento de las regulaciones actuales en materia de sostenibilidad. El hecho de no apostar por un impacto positivo puede ser motivo de descarte en mercados internacionales que requieren, para su participación, estándares sostenibles.
- Mejorar la reputación corporativa y la imagen de marca. No se puede causar una buena impresión -en la comunidad y entre los stakeholders– sin ser una empresa sostenible. Una conditio sine qua non para que toda compañía goce de una buena proyección pública.
¿Cómo ser una empresa sostenible? 3 acciones que debes promover
Es momento de pasar a la acción. Si te preguntas cómo crear una empresa sostenible y pasar de la teoría a la práctica, veamos cómo podemos conseguirlo.
Implementa el consumo de recursos y reduce residuos
¿Estás empleando un sistema de producción de energía eficiente? Vale la pena que dediques un momento de reflexión a evaluar el uso de los recursos en tu empresa. Realizar un análisis detallado de la cadena de producción (lo que implica remontarse a cuestiones que quizás no contemplabas, como al tipo de proveedores con los que estableces relaciones comerciales, por ejemplo) te va a permitir tomar decisiones más responsables en materia de sostenibilidad.
Si quieres saber cómo mejorar la sostenibilidad de una empresa, puedes adoptar energías limpias, apostar por el reciclaje e identificar áreas de mejora en la cadena de suministro. Con ello, ahorrarás significativamente en costes y reducirás la huella ecológica de tu compañía.
Practica la concienciación empresarial y define tu código ético
No solo se trata de adoptar medidas concretas, sino de sensibilizar a todo el personal que tiene relación con la compañía -empleados, proveedores y comunidad- de la apuesta necesaria por la sostenibilidad. Por ello, te animamos a fomentar la responsabilidad social empresarial con medidas de concienciación y cierta carga pedagógica que se traduzcan en acciones efectivas: programas de voluntariado corporativo, donaciones a organizaciones locales o participación empresarial activa en iniciativas comunitarias.
Además, es muy interesante que mantengáis un código ético reconocible, tanto para el funcionamiento interno de la compañía como para su proyección en el ecosistema empresarial. Definir un código ético corporativo, hacer que tome cuerpo en un plan de acción e incluso crear un consejo de sostenibilidad propio, que realice un seguimiento del progreso conseguido y mida el impacto, es la mejor forma de materializar un compromiso genuino con la responsabilidad social empresarial.
Apuesta por un liderazgo ético
Los nuevos líderes empresariales han de ser aquellos alineados con el código ético de la compañía, dispuestos a cumplir lo que dicen. Personas capaces de encontrar soluciones creativas ante los nuevos desafíos que el contexto plantea.
Porque, si de algo estamos convencidos, es de que el cambio sólo se puede dirigir a través de un liderazgo ético. Aquel que tiene, siempre, un ojo puesto en el futuro que nos gusta imaginar y que haremos posible desde el presente.