Consecuencias de la inflación: ¿qué puede implicar para tu negocio?
La inflación tiene consecuencias para las empresas al afectar, a menudo de forma negativa, sobre su beneficio y ventas. ¿En qué consiste la inflación?, ¿cuáles son sus causas? y, lo más relevante, ¿qué pueden hacer las empresas para hacer frente a la inflación o incluso salir beneficiadas de este escenario?
Índice
- ¿Qué es la inflación y por qué ocurre?
- ¿Cómo afecta la inflación a las empresas?
- ¿Cómo hacer frente a las consecuencias de la inflación en tu empresa?
- ¿Puede aprovecharse la inflación?
¿Qué es la inflación y por qué ocurre?
La inflación es un fenómeno económico caracterizado por un aumento continuo de los precios de bienes y servicios, y cuya primera consecuencia es la pérdida de poder adquisitivo de la moneda, ya que con las mismas unidades se puede comprar menos cantidad.
Una de las formas de medir la inflación es a través del crecimiento del IPC o Índice de Productos de Consumo, al menos en lo que respecta a las familias. Aunque hay que añadir que estas no son las únicas afectadas.
¿Cuáles son las causas de la inflación?
Existen muchas teorías económicas para explicar la inflación, algunas de las cuales son:
- Inflación de la demanda. El precio sube si la suma de los bienes producidos baja respecto a la suma de la demanda de dichos bienes. En algunos casos, de forma brusca dando lugar a cortes de suministro.
- Inflación autoconstruida. Los salarios aumentan para mantener la capacidad adquisitiva tras una subida de precios, lo que puede llevar a aumentar algo los precios (aunque no tanto como el incremento del salario).
- Inflación de costos. La inflación se produce cuando se encarecen costes y se busca mantener el beneficio, inflando el precio de venta de productos a lo largo de toda la cadena de suministro.
La más frecuente es la tercera, aunque todas funcionan a la par, a veces, retro alimentándose unas a otras. También hay algunas teorías monetarias, bastante más complejas, relacionadas con la cantidad de moneda disponible.
¿Cómo afecta la inflación a las empresas?
La inflación afecta de forma directa e indirecta a las empresas, a través de muchos mecanismos, algunos de los más frecuentes se analizan a continuación:
Aumento de los costes de bienes y activos
El impacto directo es un aumento de los costes, como pueda ser el coste energético de la refrigeración de un local. Es decir, se incrementan los gastos y las cargas negativas, con frecuencia abonadas como inversión antes de hacer efectivas las ventas, o como elementos horizontales indispensables para mantener la actividad.
Reducción de beneficios
En el caso de que no se traslade la subida del coste al precio de venta, lo que produciría la inflación de costos arriba mencionada, entonces implicará una reducción de beneficios empresariales, dado que el aumento del coste entra directamente en el margen de beneficio. ¿Y si se traslada el coste?
Caída de las ventas por varios motivos
La inflación no afecta solo a las empresas, también a las familias. Clientes con menor poder adquisitivo gastan menos, especialmente en partidas ‘de lujo’ o menos necesarias, como el ocio. Si el coste de la inflación se traslada y se aumentan los precios, también caerá la demanda.
¿Cómo hacer frente a las consecuencias de la inflación en tu empresa?
Como en cualquier otro escenario, las empresas pueden orientar su estrategia para hacer frente a las nuevas condiciones. Algunas de las posibles medidas son:
Reducir los gastos no esenciales
Una estrategia proteccionista del coste puede ser útil a corto plazo aunque tiende a penalizar a largo. Hacer recortes es interesante si se trata de una medida temporal, muy acotada en el tiempo y con poco peso en aspectos críticos como la calidad del producto o las condiciones laborales de los empleados, dado que son factores que suelen penalizar ventas y profesionalidad del servicio.
Análisis de los costes y precios de cada producto o servicio
Una forma de reducir los gastos es poner el foco en aquellos productos y servicios más rentables, así como en los que faciliten dichas ventas. Para eso es imprescindible conocer, mes a mes, coste, precio de venta y beneficio de cada producto. También entender las relaciones entre los servicios prestados, por ejemplo, por qué bien acude la gente pero con cuál se va de la tienda.
Invertir en automatización y reducción del coste
Si se cuenta con capacidad económica suficiente, un periodo inflacionario puede ser interesante de cara a realizar inversiones que reduzcan futuros costes. Apostar por la digitalización, la ciberseguridad o la automatización son casi siempre, y a la larga, decisiones adecuadas. No porque sea un momento ideal para invertir (al haber inflación, es algo más caro) sino porque la competencia podría no disponer de esa capacidad y, a medio y largo plazo, ser una ventaja.
¿Puede aprovecharse la inflación?
Aunque generalmente se analiza como elemento inherentemente negativo, la realidad es que la inflación es un fenómeno complejo que puede hacer que muchas empresas ganen una ventaja competitiva. Por ejemplo, aquellas compañías que antes tuviesen bajos costes operativos con respecto a la competencia, verán magnificada esta ventaja. Las empresas con deuda a largo plazo también podrían beneficiarse, dado que la deuda disminuye en periodos inflacionarios. Eso sí, la deuda a corto plazo les penalizará. En general, aquellas que no dependan de gastar grandes sumas de capital a corto plazo y de forma recurrente se verán beneficiadas, con respecto a las que tengan cargas contables que supongan un goteo.