Fase pre-seed de una startup: qué es y en qué consiste
El ciclo de vida de una startup está marcado por varias etapas críticas, y la fase pre-seed es una de las más fundamentales y delicadas, por ser el momento en el que los emprendedores comienzan a transformar sus ideas en un plan concreto y viable.
Índice:
- ¿Qué es la fase pre-seed o presemilla?
- Características de la fase pre-seed de una startup
- Objetivos de una startup en la fase pre-seed
- Opciones de financiación en la etapa pre-seed para una startup
¿Qué es la fase pre-seed o presemilla?
La fase pre-seed, también conocida como fase presemilla, es el período inicial en el ciclo de vida de una startup en el que los emprendedores están en las etapas más tempranas de desarrollo de su idea de negocio. Durante esta fase, los fundadores están explorando y validando su concepto, creando un prototipo o producto mínimo viable (MVP) y estableciendo las bases para el crecimiento futuro de la empresa.
En la fase pre-seed, los emprendedores suelen autofinanciar el proyecto utilizando sus propios ahorros o recursos personales, o buscando inversiones iniciales de amigos, familiares o ángeles inversores. La financiación en esta etapa se utiliza principalmente para realizar investigaciones de mercado, desarrollar el producto inicial y validar la demanda del mercado.
Las tareas en las que se centran los emprendedores en esta fase pre-seed son:
- Definición de la idea de negocio estableciendo en qué consiste el producto o servicio, así como el problema que se pretende resolver y el público al que se dirige.
- Investigación de mercado para identificar oportunidades para su producto o servicio.
- Validación de la idea y del modelo de negocio para saber si es viable desde el punto de vista económico, sostenible a largo plazo y si existe una demanda real para él.
- Desarrollo de un prototipo para probarlo con potenciales clientes y obtener retroalimentación valiosa.
- Formación del equipo inicial, contando con personas clave con habilidades y experiencias que aporten garantías de éxito al proyecto.
- Desarrollo de la marca estableciendo la identidad y comenzando a darla a conocer.
- Búsqueda de financiación para cubrir los costes iniciales y preparación para rondas de inversores posteriores con la elaboración de un plan estratégico.
Mediante estos pasos, la fase pre-seed se convierte en una etapa crucial para el futuro de una startup sentando las bases para el éxito o el fracaso del proyecto.
Características de la fase pre-seed de una startup
Al tratarse de la primera etapa de desarrollo de una startup, la fase pre-seed presenta una serie de características que la diferencian de otras etapas del ciclo de vida de una empresa. Las más señaladas son:
- Incertidumbre sobre la viabilidad y potencial de la idea de negocio. En esta fase el mercado y la competencia aún no están bien definidos, lo que dificulta la toma de decisiones estratégicas.
- Los recursos financieros y humanos son escasos y el presupuesto suele provenir de los propios fundadores, familiares, amigos o ángeles inversores. De este modo, esta fase la marcan la austeridad y la priorización de inversiones en aspectos esenciales para la idea de negocio.
- El riesgo es elevado, por lo que se debe dedicar un esfuerzo extra para que esta primera etapa sea sólida. Factores como la falta de validación, la competencia, la escasez de recursos o las incógnitas del mercado aumentan el riesgo.
- La flexibilidad debe ser un pilar de la fase pre-seed siendo fundamental adaptarse a los cambios que puedan surgir en el mercado o en la propia idea de negocio.
- El objetivo principal en esta etapa es validar la idea de negocio probando el producto o servicio con potenciales clientes para obtener retroalimentación y evaluar su viabilidad. Esto se hace mediante experimentos de bajo coste para minimizar el riesgo y aprender de forma iterativa.
- El prototipo o producto mínimo viable (MVP) permite poner la idea en manos de los usuarios y recopilar retroalimentación temprana. Este MVP sirve como una herramienta para validar la idea y refinarse en función de las respuestas del mercado.
- El enfoque se centra en la escalabilidad del modelo de negocio desde el principio con el diseño de productos o servicios que puedan crecer rápidamente y capturar una parte significativa del mercado.
- Los emprendedores están constantemente refinando y adaptando su idea en función de la retroalimentación del mercado. Este enfoque ágil permite a la startup adaptarse rápidamente a los cambios y mejorar su producto o servicio.
Objetivos de una startup en la fase pre-seed
Teniendo en cuenta las características de la fase pre-seed, los objetivos de una startup en esta etapa de presemilla se centran en establecer una base sólida para el éxito futuro, con la mirada puesta en un plazo largo. Si bien los objetivos concretos de cada proyecto se definen en función de sus necesidades específicas, suelen presentar una serie de metas comunes:
- Definir y validar la idea de negocio con claridad en la propuesta de valor, la retroalimentación de los primeros clientes y el análisis de mercado.
- Desarrollar un prototipo mediante un MVP con el que obtener información para adaptarse y mejorar y, de este modo, minimizar riesgos para el futuro antes de realizar inversiones significativas.
- Conformar al equipo fundador que reúna las habilidades y experiencias necesarias para sacar adelante el proyecto con personas que se complementen en sus perfiles y compartan una visión común y comprometida.
- Establecer la estrategia a seguir con la definición de objetivos medibles y alcanzables, la redacción de un plan de acción efectivo y flexible.
- Buscar la financiación inicial explorando las diferentes fuentes de recursos disponibles, realizando presentaciones atractivas y convincentes para los potenciales inversores y realizando un uso adecuado de los fondos.
Opciones de financiación en la etapa pre-seed para una startup
En la etapa pre-seed, las opciones de financiación para una startup son algo más limitadas que en fases posteriores. Sin embargo, los emprendedores disponen de varias opciones que pueden explorar para obtener los recursos necesarios para impulsar el desarrollo inicial de su empresa.
Algunas de las opciones de financiación más habituales y efectivas son:
- Autofinanciación a partir de recursos propios con la venta de activos personales para obtener capital inicial o mediante métodos como el bootstrapping.
- Financiación de las 3 Fs, que implica buscar financiación de familiares, amigos, conocidos o ángeles inversores aprovechando las redes de contactos para identificar potenciales inversores interesados en la idea de negocio.
- Subvenciones y concursos públicos como programas de apoyo a emprendedores o concursos de emprendimiento
- Incubadoras y aceleradoras de startups, con programas de apoyo a startups en fase inicial, que incluyen mentoría, formación, acceso a redes de contactos y, en algunos casos, financiación. A cambio de su apoyo, las incubadoras y aceleradoras suelen invertir en las startups a cambio de una participación en su capital, si bien los proyectos deben cumplir con ciertos requisitos.
- Crowdfunding mediante plataformas permiten recaudar fondos de un gran número de personas a cambio de recompensas o participaciones en la empresa mediante campañas efectivas y atractivas.
- Préstamos y líneas de crédito que permiten financiar el desarrollo inicial de la empresa, pero son opciones pueden ser más adecuadas para empresas que ya tienen ingresos o activos que pueden ser utilizados como garantía.
Es importante tener en cuenta que cada opción de vía de financiación tiene sus propias ventajas y desventajas, que dependerán de las necesidades financieras y los objetivos de cada proyecto. En la elección de la opción de financiación más adecuada, las startups deben considerar factores como la cantidad de capital necesaria, el tiempo disponible, el control que desean ceder sobre la empresa y su perfil de riesgo.