¿Qué es una franquicia y cómo funciona?
Emprender un negocio es una decisión interesante e ilusionante. Sin embargo, muchas personas tienen miedo al riesgo que supone fundar una empresa y poner en marcha su idea partiendo desde cero. En este sentido, las franquicias ofrecen una alternativa mucho más segura, ya que permiten aprovechar el trabajo de marca y el éxito cosechado por otra compañía. Pero ¿cómo funcionan exactamente, qué tipos existen y cómo funcionan las franquicias exactamente? Sin duda, tres buenas preguntas que aquí se van a responder.
Índice:
- ¿Qué es una franquicia?
- ¿Cómo funciona una franquicia?
- Tipos de franquicias
- ¿Qué ventajas ofrecen las franquicias?
¿Qué es una franquicia?
Una franquicia es un modelo de negocio que asocia a dos empresas independientes que quedan ligadas mediante un contrato. En este caso, una de ellas, que se conoce como franquiciadora, concede a la otra (el franquiciado) el derecho de explotar su fórmula comercial y su marca a cambio de una contraprestación económica, la cual puede ser una cuantía mensual o anual fija y/o un porcentaje de los beneficios.
¿Cómo funciona una franquicia?
El funcionamiento de una franquicia es bastante sencillo. Generalmente, una empresa con un modelo de negocio consolidado, con una imagen de marca reconocible y un alto volumen de rentabilidad, decide iniciar un proceso de expansión en un territorio. Sin embargo, no lo hace por la vía convencional, que sería la de comprar o adquirir un nuevo local y replicar el mismo modelo usando sus propios recursos.
En su lugar, ofrece la posibilidad de que otra empresa explote su modelo de negocio, haciendo uso de su marca, de sus sistemas operativos y de sus materias primas. A cambio, recibe una contraprestación económica, pero carece del control total del establecimiento. Eso sí, puede asegurarse de que el franquiciado cumpla con sus estándares de calidad y funcionamiento.
Tipos de franquicias
Al contrario de lo que muchos piensan, no todas las franquicias son iguales. De hecho, es posible dividirlas en dos categorías.
Tipos de franquicias según el tipo de franquiciador
El vínculo existente entre el franquiciador y el franquiciado permite realizar una primera categorización:
- Franquicia individual o múltiple: la diferencia está en si el franquiciado ejerce su actividad en un solo establecimiento o en varios.
- Franquicia regional: en este supuesto, el franquiciado no solo se ocupa de realizar las actividades del franquiciador, sino también de coordinar la puesta en marcha de otros franquiciados dentro de un determinado territorio (una ciudad, comunidad autónoma o país, por ejemplo).
- Franquicia de participación accionarial: el franquiciado no solo explota el modelo de negocio del franquiciador, sino que también tiene parte del paquete accionarial de la empresa matriz.
Franquicias según la actividad
También podemos diferenciar distintos tipos de franquicias en función de qué actividad llevan a cabo:
- Franquicias comerciales: en este caso, la empresa franquiciadora proporciona a la franquiciada no solo su marca, sino también todos los elementos que necesita para trabajar (directrices, herramientas, productos, etc.). Los ejemplos más evidentes son las cadenas de comida rápida.
- Franquicias de servicios: son aquellas que no venden productos, sino servicios con base en una metodología. Las más habituales son las agencias inmobiliarias. Generalmente, ofrecen formación específica a los franquiciados.
- Franquicias industriales: lo que hace la empresa franquiciadora es ceder el derecho de producción y venta de uno o varios productos dentro de un determinado territorio. Es un modelo muy habitual entre las marcas que fabrican refrescos o bebidas alcohólicas, como la cerveza.
- Franquicias de producción o distribución: el franquiciado puede ocuparse de fabricar o de llevar a su destino el producto, mientras que el franquiciador se ocupa de la otra tarea.
¿Qué ventajas ofrecen las franquicias?
Como modelo de negocio, las franquicias tienen una serie de atractivos incuestionables para los emprendedores. En primer lugar, requieren de una inversión inicial mucho más baja que un negocio que empieza desde cero. Además, el riesgo que asumen es muy inferior, ya que empiezan a operar sobre una base que ya funciona.
Esto hace que el crecimiento de las franquicias sea bastante rápido y que la inversión inicial se recupere en un período bastante corto de tiempo. Además, los franquiciados se benefician de la economía de escala, lo que les permite comprar sus productos a menor coste. También aprovechan el trabajo publicitario realizado por la empresa matriz y pueden disfrutar de opciones de financiación más ventajosas.
Ahora bien, las franquicias también tienen algunos inconvenientes. Es el caso, por ejemplo, de que el franquiciado tiene que abonar un importe fijo o un porcentaje de sus beneficios. Tampoco tiene poder en la toma de decisiones trascendentales de la marca y deberá operar siempre bajo la mirada del franquiciador, lo que le restará libertad de acción.
En cualquier caso, las ventajas de las franquicias suelen superar con creces sus inconvenientes. Especialmente, para aquellos que nunca han emprendido o que disponen de poco capital inicial para afrontar riesgos. Este es el motivo por el que tantas empresas apuestan por este modelo de negocio.