6 minutos de lectura

¿Qué es una joint venture?

En la búsqueda constante de las empresas de expandirse, innovar y mejorar sus objetivos económicos, el proceso de joint venture surge como una herramienta estratégica para explorar nuevas oportunidades mediante un acuerdo de varias empresas que se unen con el fin de alcanzar metas comunes, compartir riesgos y aprovechar sinergias. 

  1. ¿En qué consiste una joint venture?
  2. Principales tipos de joint venture
  3. ¿Qué ventajas ofrece?
  4. ¿Qué tipos de empresas utilizan joint venture?

¿En qué consiste una joint venture?

Una joint venture, también conocida como empresa conjunta o alianza estratégica, consiste en un acuerdo comercial entre dos o más empresas para colaborar en un proyecto o actividad específica. En este acuerdo, las empresas participantes combinan sus recursos, conocimientos, riesgos y beneficios para alcanzar un objetivo común, pero mantienen su independencia legal. 

A menudo, se crean para combinar habilidades y herramientas que las empresas individuales no tienen o para entrar en un nuevo mercado. Una vez que el proyecto o actividad se completa, la joint venture puede disolverse o las empresas pueden decidir continuar colaborando en otros proyectos. Sus ámbitos de actuación más habituales son sectores como la tecnología, la construcción o la exploración de recursos.

Entre sus características principales destacan:

  • Objetivo común de las empresas implicadas.
  • Acuerdo formal para definir el proceso.
  • Aportaciones de recursos y capital compartidas.
  • Riesgos y beneficios compartidos.
  • Separación jurídica de las entidades.

En general, las joint ventures son una herramienta estratégica valiosa para las empresas que buscan acceder a nuevos mercados o clientes, compartir recursos y costes, adquirir nuevos conocimientos y experiencia o reducir el riesgo.

Hay que tener en cuenta también que este tipo de alianzas presentan algunos desafíos como la complejidad del proceso, los potenciales conflictos de intereses o la posible pérdida de control.

Principales tipos de joint venture

Una joint venture puede materializarse de diferentes formas en función de los objetivos y necesidades de las partes implicadas. 

Joint venture de capital

En una joint venture de capital, las empresas participantes aportan capital a la empresa conjunta y comparten los beneficios y pérdidas en proporción a la inversión realizada por cada una de ellas. Se convierten así en accionistas de la empresa conjunta, que se constituye como una nueva forma jurídica que opera de forma independiente y tiene su propia estructura legal, administrativa y financiera. 

Las empresas implicadas tienen derecho a participar en la gestión de la entidad resultante, con voz y voto en las decisiones importantes, como la elección del equipo directivo, la aprobación del presupuesto o la definición de la estrategia de negocio. Por ello, suelen ser utilizadas para proyectos de gran envergadura que requieren una inversión significativa. 

Algunas de las ventajas de una joint venture de capital son el acceso a los recursos y capital adicional, los riesgos financieros y operativos compartidos, las sinergias que surgen de la colaboración o la expansión de mercados. 

Joint venture contractual

Una joint venture contractual es la alianza estratégica basada en un contrato que define los términos de la colaboración entre las empresas para un proyecto o actividad específica. Las empresas implicadas se unen para alcanzar objetivos comunes mediante un acuerdo, sin crear una nueva entidad legal separada.

De este modo, las empresas participantes mantienen su independencia legal y solo combinan sus recursos y esfuerzos para el proyecto conjunto. Se establece así un acuerdo que define los derechos y obligaciones de cada entidad implicada, pero no se da la creación de una nueva empresa, sino que cada una aporta recursos específicos al proyecto, como tecnología, experiencia, personal o infraestructura. El reparto de beneficios se realiza según lo estipulado en el contrato y se comparten los riesgos asociados.

Entre sus ventajas destacan una menor carga administrativa, una mayor flexibilidad, la simplicidad del proceso al tener menos papeleo, el mantenimiento de la independencia legal y una menor inversión inicial. 

No obstante hay que tener en cuenta que también conlleva una menor protección legal, menos control del proceso o una cierta complejidad en la resolución de conflictos.

Joint venture vertical

En el caso de una joint venture vertical se establece una alianza estratégica entre empresas de la misma industria pero en diferentes etapas de la cadena de valor, de modo que las partes involucradas se dedican a actividades relacionadas pero no competitivas dentro del mismo sector.

Así, las empresas se asocian para combinar sus recursos y conocimientos en áreas que son complementarias, pero distintas en la cadena de suministro o producción, a través de una colaboración que permite optimizar el flujo de productos o servicios desde la etapa inicial hasta el consumidor final.

El objetivo principal de este tipo de joint venture es mejorar la eficiencia y la rentabilidad de las empresas participantes a través de la sinergia creada por la colaboración. En este sentido, sus principales ventajas son la reducción de costes al eliminar intermediarios y optimizar los procesos, mejorar la calidad de los productos o servicios, acceder a nuevos mercados y oportunidades de negocio y garantizar un mayor control sobre el proceso de producción y distribución.

Entre sus principales desafíos destacan la complejidad en la gestión, los conflictos de intereses que puedan surgir, una posible dependencia excesiva de los socios o el requerimiento de una inversión significativa en recursos.

Joint venture horizontal

Otra de las formas más comunes es la joint venture horizontal, en la que dos o más empresas que operan en el mismo nivel de la cadena de valor y en la misma industria se asocian para alcanzar objetivos comunes. De este modo, las empresas participantes operan en el mismo sector o segmento del mercado y están generalmente en competencia directa entre sí antes de formar la alianza.

Los motivos que pueden dar lugar a este tipo de alianzas suelen centrarse en el acceso a nuevos mercados, compartir recursos y tecnología, reducir la competencia en su sector de actuación o aumentar su poder de negociación frente a proveedores o clientes. Por consiguiente, las principales ventajas de una joint venture horizontal pasan por lograr economías de escala, potenciar una aceleración de la innovación o lograr una mayor eficiencia. 

Por el contrario, las grandes desventajas que presenta se centran en el conflicto de intereses, la complejidad de la coordinación, la filtración de información delicada o la dependencia mutua de las empresas implicadas.

¿Qué ventajas ofrece?

Si bien las características concretas de cada proceso marcarán su potencial, en general, las principales ventajas que ofrece una joint venture son: 

  • Acceso a nuevos mercados y oportunidades a través del conocimiento y la red de distribución de los socios, facilitando así la diversificación de productos o servicios de las partes implicadas.
  • Reducción de riesgos financieros y operacionales o costes de producción y distribución.
  • Acceso a recursos y conocimientos complementarios como tecnologías avanzadas, conocimientos especializados y experiencia que uno de los socios puede no tener por sí solo, además de una combinación de las diferentes capacidades operativas y de producción para mejorar la eficiencia y la calidad.
  • Aumento del poder de negociación de las empresas participantes frente a proveedores, clientes o incluso competidores. 
  • Aceleración de la innovación y el desarrollo para la creación de nuevos productos, servicios o tecnologías de manera más rápida y eficiente.
  • Mejora de la competitividad fortaleciendo la posición en el mercado y ampliando el acceso a redes comerciales y nuevos clientes. 
  • Experiencia en alianzas estratégicas que puede ser valiosa para futuras colaboraciones con otras empresas.
  • Flexibilidad y adaptabilidad a las diferentes necesidades y objetivos del mercado.
  • Beneficios financieros centrados en una mejora de la rentabilidad y un mejor acceso a financiación.

Del mismo modo, es importante tener en cuenta que las joint ventures también presentan algunos desafíos como la complejidad de su creación y gestión, los potenciales conflictos de intereses, la posible pérdida de control o las dificultades que puede presentar la salida de la alianza.

¿Qué tipos de empresas utilizan joint venture?

El proceso de joint venture es utilizado por todo tipo de empresas. Las más habituales son: 

  • Grandes empresas y multinacionales con el objetivo de expandirse a nuevos mercados, desarrollar nuevos productos o tecnologías, acceder a recursos y capacidades y compartir riesgos.
  • Pymes para potenciar su crecimiento y expansión, reducir costes operativos o adquirir nuevos conocimientos y experiencia.
  • Startups con la finalidad de validar su idea de negocio, acceder a financiación, ganar experiencia en el mercado y aumentar su credibilidad.

También es muy habitual que las organizaciones sin ánimo de lucro y ONG apuesten por el modelo de joint venture para ampliar su alcance e impacto, acceder a nuevos fondos o recursos y fortalecer su red de apoyo.

A nivel sectorial, los ámbitos más comunes en los que se producen joint ventures son el sector de la tecnología, la energía y los recursos naturales, las empresas de construcción e infraestructuras, las compañías de servicios financieros, el sector farmacéutico y de biotecnología, el transporte y la logística o las telecomunicaciones, si bien se trata de una alianza que puede adaptarse a todo tipo de ámbitos. 

La finalidad, en cualquiera de estos casos, es la de aprovechar sinergias, acceder a nuevos mercados y desarrollar productos o servicios que no podrían abordarse de forma independiente por las entidades participantes en una joint venture.

Tu opinión cuenta
¿Te ha resultado útil este contenido?
Lo más visto
Fruit Attraction: todo sobre la edición de 2024
Santander X llega a la App Santander para impulsar tu negocio
Fondos Next Generation para la digitalización de tu empresa
Nueva ley de paridad: ¿cómo afecta a las empresas?
¿Qué es el crecimiento económico sostenible y cómo lograrlo?

También te interesará…

6 min
13 noviembre 2023
El capital semilla, esto es, el dinero inicial con el que se pone en marcha una empresa, es la base de todo lo que vendrá a continuación. Este seed capital,...
  6 min
7 min
21 junio 2023
Cuando las startups buscan financiación, necesitan dar ciertas garantías y mostrar los posibles riesgos para los inversores. Para ello, se someten a una auditoría que examina al detalle toda su...
  7 min
6 min
19 abril 2023
Cuando una buena idea de negocio combina tecnología, innovación y un rápido crecimiento, estamos ante un fenómeno empresarial que ha cobrado mucha importancia en los últimos tiempos: las startups. El...
  6 min
Lo más visto
Fruit Attraction: todo sobre la edición de 2024
Santander X llega a la App Santander para impulsar tu negocio
Fondos Next Generation para la digitalización de tu empresa
Nueva ley de paridad: ¿cómo afecta a las empresas?
¿Qué es el crecimiento económico sostenible y cómo lograrlo?
LinkedIn Twitter Facebook Whatsapp Email