¿Qué son las stock options u opciones sobre acciones?
La conocida como ‘burbuja de las puntocom’, provocada por la aparición de innumerables negocios en línea y la fuerte apuesta que por ellos hicieron los principales fondos de inversión a nivel mundial, provocaron que las stock options vivieran su momento de máximo esplendor a finales de la década de 1990, tanto en España como a nivel mundial.
Por desgracia, como suele suceder con todas las burbujas, pinchó poco tiempo después de empezar el nuevo milenio. Como consecuencia, la remuneración mediante stock options cayó casi en desuso. Sin embargo, el Gobierno de España está tratando de volver a darles relevancia con el propósito de dar impulso a la innovación y a la creación de nuevos negocios.
De hecho, desde que el pasado 1 de enero de 2023 entrase en vigor la conocida como “ley de startups” (Ley 28/2022, de 21 de diciembre, de fomento del ecosistema de las empresas emergentes), han vuelto a estar de moda.
Índice:
- ¿Qué son las stock options?
- ¿Para qué sirven las stock options?
- ¿Cómo funcionan las opciones sobre acciones en una startup?
- Objetivo de las stock options
- Tipos de stock options
¿Qué son las stock options?
El término stock options puede traducirse al español como “opciones sobre acciones”. En concreto, se trata de una forma de retribución variable a los empleados que poseen las empresas con el propósito de atraer talento cuando no tienen la posibilidad de ofrecer un salario tan elevado y competitivo como otras más consolidadas en el sector en el que operan.
Esto es especialmente habitual en el caso de las startups, ya que son nuevos negocios basados en ideas tecnológicas innovadoras que se encuentran dando sus primeros pasos. En muchos casos, dependen de las rondas de financiación que reciben por parte de terceros, puesto que se encuentran desarrollando un producto o servicio que ni siquiera ha sido comercializado aún.
Las stock options se consideran siempre como una retribución variable anexa al salario fijado por contrato. Prevén el derecho del trabajador a comprar una cantidad determinada de acciones a un precio establecido de antemano que, generalmente, es mucho más bajo que el establecido para el resto de inversores. Este valor se denomina como strike price o “precio de ejercicio”.
Además, estas opciones sobre acciones solo están disponibles durante un tiempo determinado. Por tanto, el empleado ha de decidir rápidamente si le interesan o si prefiere dejar pasar la oportunidad.
¿Para qué sirven las stock options?
Su principal objetivo es brindar un aliciente al trabajador para que decida vincularse a la empresa que le ha realizado la oferta de empleo, aunque esta no sea capaz de igualar las condiciones económicas propuestas por otros negocios más fuertes.
Una vez que el trabajador acepta parte de su retribución variable en stock options, en un futuro puede pasar automáticamente a ser “propietario” del negocio. Eso sí, en un porcentaje muy reducido. En caso de que su labor dé frutos y a la empresa le vaya bien, el valor de sus acciones subirá. Si llega el momento en el que empiece a cotizar en bolsa y pueda venderlas, la cantidad económica a la que renunció en un primer momento se verá compensada con creces.
En el supuesto de las startups es importante recordar que son empresas basadas en modelos escalables de negocio con un potencial de crecimiento casi ilimitado. Si echamos la vista atrás, podemos pensar en PayPal, Amazon o YouTube como claros ejemplos. Las tres tuvieron orígenes muy humildes, pero en pocos años alcanzaron valoraciones superiores a los mil millones de dólares.
¿Cómo funcionan las opciones sobre acciones en una startup?
Actualmente, las startups ofrecen stock options a sus empleados con unas condiciones que se pactan en el momento de la firma. Es decir, no se entregan al trabajador directamente ni se le obliga a que las adquiera llegada una fecha concreta, aunque cada caso concreto es diferente.
En este sentido, es necesario comprender un par de conceptos para tener una visión completa de las stock options:
- Vesting: hace referencia a un período mínimo de permanencia en la empresa que, habitualmente, se fija en cuatro años. Si no se cumple, el trabajador no tendrá derecho a comprar el 100 % de las acciones pactadas en el contrato.
- Cliff: es otro período mínimo de permanencia, pero cuyo propósito es acceder al vesting. Suele dividirse en cuatro tramos de un año. Es decir, cada 12 meses, el trabajador desbloquea un 25 % de sus stock options.
Aplicando lo anterior a un ejemplo práctico, imaginemos una startup que quiere contratar a un director de marketing y, para convencerlo de que abandone su empresa actual, le ofrece un paquete de 1.000 acciones a un precio de un euro cada una, independientemente de su salario.
Para poder comprar esas 1.000 acciones a cambio de 1.000 euros, el empleado tendrá que superar el período de vesting, es decir, permanecer trabajando para la empresa durante cuatro años completos. Pero ¿qué pasa si no llega? En ese momento, entra en juego el cliff:
- El trabajador está en la empresa menos de un año: no tiene derecho a comprar acciones.
- El trabajador permanece en la empresa entre uno y dos años: podrá comprar el 25 % de las acciones al precio pactado.
- El trabajador se mantiene en la empresa entre dos y tres años: podrá comprar el 50 % de las acciones al precio pactado.
- El trabajador se queda en la empresa entre tres y cuatro años: podrá comprar el 75 % de las acciones al precio pactado.
- El trabajador continúa en la empresa más de cuatro años: podrá comprar el 100 % de las acciones al precio pactado.
Eso sí, para poder vender las acciones que ha comprado, el empleado deberá esperar a que se produzca un evento de liquidez. Hablamos, en concreto, de una salida a bolsa o IPO (oferta pública inicial), de un exit (venta de la empresa a un tercero) o de la entrada en el negocio de un inversor externo.
Si finalmente la startup sale a bolsa, el precio de cada acción será muy superior al strike price pactado cuatro años antes. De hecho, lo habitual es que se multiplique por entre 10 y 100. Por tanto, los 1.000 euros desembolsados por las 1.000 stock options pueden convertirse de forma inmediata en 10.000 o 100.000 euros.
Conviene recordar que estamos hablando de opciones, no de obligaciones. Como resultado, el trabajador nunca tiene la obligación de adquirir las acciones. Es más, los expertos recomiendan ejecutar la operación solo cuando se prevea que va a suceder un evento de liquidez, siempre que no se haya establecido un plazo máximo de adquisición. Incluso aconsejan dejar pasar los exit y las entradas de inversores externos y solo vender cuando se produce la salida a bolsa. ¿El motivo? Es la opción más lucrativa de todas.
Objetivo de las stock options
Las stock options persiguen varios objetivos, los cuales son de interés tanto para el trabajador como para la startup:
- Para el trabajador: se trata de un producto de inversión que puede hacerle millonario a largo plazo. Sin embargo, no depende del azar ni de aspectos que no puede controlar, ya que el devenir del negocio depende en buena medida de su labor. Por tanto, tener opciones sobre acciones es un factor que le motivará a rendir mejor y a perseguir con más ahínco los objetivos marcados.
- Para la empresa: las stock options le brindan la posibilidad de atraer talento que, de otro modo, sería inalcanzable. Los propietarios de la startup renuncian a parte de sus beneficios futuros a cambio de incrementar sus opciones de éxito mediante la contratación del personal más cualificado posible.
Dicho esto, no es de extrañar que, desde la aprobación de la “ley de startups”, el número de empresas que ofrecen opciones sobre acciones se haya multiplicado. Asimismo, cada vez son más los trabajadores que las exigen como retribución variable para cambiar de compañía ante la llegada de cualquier oferta.
Tipos de stock options
Las stock options se dividen en dos tipos: opción call y opción put.
Opciones call
Las opciones call u ‘opciones de compra’ son derechos (no obligaciones) que tienen los inversores de comprar un determinado número de acciones a un precio determinado. En este sentido, es posible que se fije una fecha de vencimiento, aunque no siempre es así. En este caso, el valor de las acciones aumenta cuando el precio de mercado del activo crece.
Este tipo de opciones sobre acciones ofrecen bastantes ventajas. Por ejemplo, se abren con apalancamiento, lo que permite obtener una exposición completa al mercado depositando una pequeña cantidad de capital. Esto conlleva, además, que en caso de que la operación no salga como se esperaba, las pérdidas sean mínimas.
Opciones put
Aquí hablamos de ‘opciones de venta’, que son aquellas que dan al inversor el derecho, pero no la obligación, de vender un activo a un precio determinado antes de que llegue la fecha de vencimiento.
Estas opciones sobre acciones son bastante curiosas, ya que al contrario de lo dicho en el caso anterior, su valor sube si el precio de mercado del activo disminuye. Son las más recomendables cuando no se tiene clara la viabilidad del negocio a largo plazo.
En cualquier caso, salta a la vista que las stock options son opciones de remuneración variable muy interesantes tanto para los trabajadores como para los negocios emergentes. Por tanto, no es de extrañar que las startups españolas e internacionales estén volviendo a apostar por ellas, a pesar de haber pasado bastantes años en el ostracismo.