¿Qué es el tipo impositivo?
Los impuestos son una parte fundamental del sistema económico de cualquier país. Sin ellos, sería imposible financiar los servicios públicos que todos utilizamos. De determinar las cuotas correspondientes se encarga el concepto de tipo impositivo.
Índice:
¿Qué es el tipo impositivo?
El tipo impositivo es el porcentaje que se aplica a la base imponible de un impuesto para calcular el total de cuota tributaria que se debe abonar. Es decir, constituye una de las variables clave en el cálculo de impuestos y se utiliza para determinar cuánto debe pagar un contribuyente (persona o empresa) en función de la cantidad de ingresos, bienes o actividades gravadas.
Se trata de herramientas fiscales fundamentales para el funcionamiento de un Estado y para garantizar el bienestar social, puesto que se utilizan para financiar servicios públicos como educación, sanidad, infraestructuras, etc. En general, influyen directamente en el precio final de los productos y servicios que pagan los consumidores, están regulados por los gobiernos y administrados por instituciones como la Agencia Tributaria, en el caso de España.
Ejemplos de tipos impositivos
Aunque varían notablemente en función de cada país y están sujetos a decisiones políticas y fiscales; en general, existen dos tipologías de tipos impositivos:
- Fijos: el mismo para todos los contribuyentes independientemente de su nivel de ingresos o del valor del bien o servicio. Es el caso del IVA, por ejemplo.
- Progresivos: varían en función de la cantidad en la que se aplica. Un ejemplo es el IRPF, que va creciendo según los ingresos.
Del mismo modo, también pueden clasificarse atendiendo a su naturaleza como directos (son los que inciden directamente sobre los ingresos o patrimonio del contribuyente, como la Renta) o indirectos (lo abonan el consumidor final pero a través del precio de bienes y servicios, como pueden ser los impuestos especiales que se aplican al tabaco o a los combustibles).
Tipos impositivos en el IVA
El Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) es un impuesto indirecto y fijo que grava el consumo de bienes y servicios. Actualmente, en España, los tipos impositivos se dividen en tres categorías que permiten diferenciar la carga tributaria según el tipo de producto o servicio, reflejando así criterios de política económica y social.
- Tipo general del 21%: se aplica a la mayoría de bienes de consumo más habituales.
- Tipo reducido del 10%: se aplica a bienes y servicios considerados esenciales por su carácter social para paliar las desigualdades, como pueden ser la mayoría de los alimentos, los transportes públicos o los servicios de restauración.
- Tipo superreducido del 4%: se aplica a productos y servicios de primera necesidad para garantizar que todas las personas tengan acceso a ellos. En el caso de la alimentación lo tienen productos como pan, leche o fruta, pero también los medicamentos o las viviendas de protección oficial.
El motivo por el que existen diferentes tipos impositivos en el IVA es para modular la carga fiscal y favorecer a ciertos sectores económicos o garantizar el acceso a bienes de primera necesidad.
Además, hay que tener en cuenta que también existen exenciones y que algunos bienes están exentos de IVA, como en las operaciones realizadas por las Administraciones Públicas, por ejemplo.
Tipos impositivos en el IRPF
El Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) es un impuesto directo y progresivo que grava los ingresos obtenidos en un ejercicio fiscal. Eso significa que cuanto más alta es la base imponible, mayor es también el porcentaje de impuesto que se debe abonar.
Para calcular este tipo impositivo, las escalas aplicadas en base a los ingresos anuales en España en 2024 son:
- Hasta 12.450€: tipo impositivo del 19%.
- De 12.451€ a 20.200€: tipo impositivo del 24%.
- De 20.201€ a 35.200€: tipo impositivo del 30%.
- De 35.201€ a 60.000€: tipo impositivo del 37%.
- De 60.001€ a 300.000€: tipo impositivo del 45%.
- A partir de 300.001€: tipo impositivo del 47%.
La principal razón de que existan estos tramos en los tipos impositivos del IRPF es para aplicar un sistema tributario progresivo y que, a medida que aumentan los ingresos, lo haga también el porcentaje a pagar, buscando así una mayor equidad en la distribución de la carga fiscal y un reparto más justo a nivel social.
No obstante, también hay que tener en cuenta que el IRPF contempla una serie de deducciones y reducciones en la base imponible que pueden reducir ese importe. Se trata de cuestiones como la vivienda, tener algún tipo de discapacidad o estar a cargo de una familia numerosa, entre otros supuestos.
Además de los que se aplican al IVA y el IRPF, otros ejemplos de tipos impositivos comunes en España son los que se calculan sobre el impuesto de sociedades, sobre la propiedad (como el Impuesto sobre Bienes Inmuebles) o por sucesiones y donaciones.
Cabe señalar que cualquiera de estos tipos impositivos puede variar en función de la legislación fiscal vigente o incluso a nivel territorial, puesto que algunas comunidades autónomas tienen competencias sobre ciertos impuestos.
