Las fuentes de financiación a las que puedes recurrir para poner en marcha tu negocio
Poner en marcha tu negocio suele requerir cierto volumen de capital inicial. Para juntar esta cantidad existen diferentes fuentes de financiación que pueden trabajar juntas para lograr este primer objetivo empresarial.
Miguel Ángel Povedano, Doctor en Economía y Empresa, Director de la categoría de Management, Director del Máster de Finanzas (MDF) y Director of the Master in Corporate Finance (MCF) en ESIC University, explica en el siguiente vídeo las cuatro fuentes de financiación a las que se puede recurrir. A saber, las ‘tres F’, los bancos, la financiación alternativa y las ayudas y subvenciones del sector público.
Las tres F (‘friends, family and fools’): amigos, familia y ‘locos’
Una de las fuentes de financiación más frecuente es la de cercanía. Amigos, familiares (y ‘locos’ que agregan en inglés con fools). Como resalta Miguel Ángel Povedano, “no solo es la más barata” desde el punto de vista financiero, al carecer a menudo de intereses, “sino que también es la más común”.
Es muy habitual en España realizar préstamos entre familiares y amigos a través de un contrato que recoge quién es el prestamista y el prestatario, la cantidad y las condiciones de devolución. Incluso está disponible el modelo 600 para la autoliquidación del préstamo familiar.
Esta capitalización puede realizarse mediante avales o a través del préstamo de dinero, y las personas involucradas pueden entrar como socios de la empresa, quedar como avalistas o simplemente como prestamistas a los que devolver el dinero según el contrato que se haya firmado.
Los bancos: la vía tradicional
Durante la crisis de la COVID-19, dice la cámara de Comercio de España, el grueso de los fondos para cubrir las necesidades de las pymes se obtuvieron mediante préstamos bancarios.
Para acceder a ellos, comenta Miguel Ángel Povedano, “tienes que demostrarles, aunque sea sobre el papel y de una manera creíble, que es una idea rentable y que vas a poder cubrir tu préstamo”. Es por ello que resulta imprescindible la redacción de un plan de negocio que recoja una memoria económica.
Además, estos préstamos no tienden a cubrir la totalidad del proyecto, sino que se reserva cierto porcentaje “como demostración de que tú también crees en tu idea”. Es por ello que el banco pedirá que parte del capital del proyecto lo pongas tú, haciéndote cargo de ese riesgo asociado a la inversión inicial.
Las fuentes de financiación alternativas
En los últimos años, han surgido fórmulas alternativas de financiación, muchas de ellas facilitadas por el uso de herramientas web, app y la masa crítica de la ‘multitud’ o crowd.
A través de capital se tiene el crowdfunding y el media for equity. Mientras que en el primero “tú marcas una necesidad de dinero y multitud de personas te acompañan en este proyecto con su granito de arena”, en el segundo “a cambio de publicidad determinados grupos mediáticos entran en su accionariado”.
Mediante la deuda existe el crowdlending, una forma de socializarla. Se trata de reunir a “una multitud de personas que te presta dinero”, por supuesto a devolver. Aunque la financiación es más cara, la reducción del riesgo la hace atractiva para la gente, y es posible alcanzar todo el capital objetivo.
Ayudas y subvenciones del sector público
Empezando desde lo más ‘alto’, como puede ser la Unión Europea, “no solo tenemos los fondos NextGenerationEU”, sino que existen muchas otras líneas de ayudas públicas operando a diferentes niveles y enfoques.
‘Bajando’ hasta lo más local se tienen ayudas estatales, autonómicas e incluso de ayuntamientos y otras organizaciones próximas, por lo que resulta interesante navegar por los diferentes portales en busca de ayudas a las que se podría optar.
Miguel Ángel Povedano recuerda también la existencia de “las líneas ICO, que están apoyando mucho al emprendimiento” y que ayudan a obtener financiación empresarial de diferentes tipos.
¿Qué fuente de financiación se adapta mejor al proyecto?
Dado el amplio abanico de fuentes de financiación que existen, conviene “buscar aquellas que se adaptan mejor a tus necesidades”. Muchas de estas fuentes están condicionadas a determinados ritmos de devolución e intereses, otros a un cierto sector y categoría empresarial, y otros a diferentes condiciones de solicitud en plazo o mediante proyecto, por poner algunos ejemplos.
Esto significa que hay que buscar las fuentes que mejor casen con cada empresa. Y es importante destacar que todas estas fórmulas de financiación son complementarias. Una pyme puede surgir con un 10 % de fuentes familiares, un 10 % de deuda crowdlending, un 40 % de préstamos bancarios, y completar un 40 % con capital propio.
También es posible combinar diferentes fuentes de financiación a medida que evoluciona el proyecto. Por ejemplo, iniciar la actividad con un 70 % de capital mediante préstamo bancario y un 30 % de fondos propios; y lanzar una campaña de crowdfunding para impulsar determinada actividad dentro de la empresa o subproyecto, mientras se piden ayudas de fondos NextGenerationEU.