Formas de impulsar una gestión sostenible de los residuos industriales
Frente al actual sistema lineal de producción, en el que la ecuación reinante es fabricar, usar y desechar, se impone un cambio de paradigma hacia un modelo basado en las erres de la economía circular, entre las que sobresalen las de reducir (el consumo), reutilizar y reciclar. El objetivo es alargar la vida útil de los materiales, de modo que, cuando un producto aparentemente llega a su fin, se le mantiene dentro del ciclo económico, evitando así una nueva fabricación.
En este sentido, aplicando los principios de la economía circular, una correcta gestión de los residuos industriales permite reciclar muchos de estos desechos, reintroduciéndolos en la industria y reduciendo la contaminación.
Índice:
- ¿Qué son los residuos industriales?
- ¿Cómo se clasifican los residuos industriales?
- La responsabilidad compartida en la gestión de los residuos industriales
- ¿Cómo se tratan los residuos industriales?
- La importancia de manejar adecuadamente los residuos industriales
¿Qué son los residuos industriales?
Cuando hablamos de residuos industriales nos referimos a los resultantes de los procesos de producción, fabricación, transformación, utilización, consumo, limpieza o mantenimiento generados por la actividad industrial como consecuencia de su actividad principal, según la Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular.
Se trata de la principal normativa sobre gestión de residuos que rige actualmente en España, que sustituye a la anterior Ley 22/2011, de 28 de julio, de residuos y suelos contaminados.
Y es que ante el deficiente -y en ocasiones negligente- manejo de los residuos que no hace sino acelerar la degradación del planeta, los últimos años han venido marcados por una creciente regulación en esta materia tanto a nivel europeo como nacional o autonómico, con numerosas novedades, actualizaciones y transposiciones de directivas de la Unión Europea.
¿Cómo se clasifican los residuos industriales?
En términos generales, podemos clasificar estos residuos en dos grandes grupos: los residuos no peligrosos y los residuos peligrosos. Su caracterización es clave para llevar a cabo una adecuada gestión de los mismos, pues unos y otros conllevan procedimientos y tratamientos muy distintos.
- Residuos peligrosos. Son los que presentan una o varias de las características de peligrosidad enumeradas en el Anexo I de la citada Ley 7/2022, de 8 de abril, y los que sean calificados como tales por el Gobierno, según lo establecido en la normativa de la UE o en los convenios internacionales de los que España sea parte.
Así, es necesario someterlos a exigencias adicionales de control para evitar que puedan afectar a la salud o al medio ambiente por ser altamente corrosivos, reactivos, explosivos, inflamables, infecciosos, radiactivos o tóxicos. La gran mayoría son productos de la industria química y petrolera.
- Residuos no peligrosos. Son desechos que no representan una amenaza directa para la salud humana, si bien al entrar en contacto con los ecosistemas naturales pueden provocar daños medioambientales.
Nos referimos a materiales industriales comunes (polvos de molienda, barro, cenizas, etc.); desechos electrónicos inofensivos (los hay clasificados como peligrosos), como el cobre y oro usados en la fabricación de ordenadores, el plástico o el vidrio; y materiales secundarios, excedentes de los procesos de producción, tales como arena de fundición gastada, desechos de la combustión de carbón o los materiales de construcción.
La responsabilidad compartida en la gestión de los residuos industriales
Con la nueva ley de residuos y suelos contaminados se pasa a un modelo de responsabilidad compartida en la gestión de los residuos industriales. Esto significa que el productor o poseedor inicial del residuo, cuando no realice el tratamiento por sí mismo, ya no podrá delegar su responsabilidad, una vez entregado el residuo, en el gestor del mismo (como hacía antes), debiendo asegurar y documentar su tratamiento final adecuado. Así, en caso de accidentes o daños al medio ambiente, también tendría que asumir la responsabilidad civil.
De este modo, el productor de los residuos comparte la responsabilidad del destino final de los mismos, aunque estos sean gestionados por agentes intermedios. Esta medida añade un sistema extra de control sobre toda la cadena de gestión de desechos y propicia la autorregulación, suponiendo una vía para erradicar las malas prácticas y optar por las mejores técnicas y tratamientos.
¿Cómo se tratan los residuos industriales?
Para el manejo adecuado de los residuos industriales se deben seguir varias etapas. No obstante, conviene reseñar que, antes de tener que llegar a tratar estos residuos, minimizar su generación es posible poniendo en marcha determinadas acciones, como optimizar los procesos productivos o escoger materiales que reduzcan o eliminen el uso de los que crean más desperdicios.
Recogida y almacenamiento de los residuos industriales
El primer paso para realizar una óptima gestión de los residuos industriales es recogerlos justo cuando se están generando. En esta primera etapa se deben clasificar y separar según su peligrosidad y propiedades físico-químicas. El objetivo es evitar mezclas para que el tratamiento posterior de estos desechos sea más sencillo.
En cuanto al almacenamiento, este debe realizarse en contenedores o recipientes apropiados y bajo una serie de requerimientos legales, como la habilitación de sistemas de recogida o contención de fugas, o un etiquetado correcto en el que figure la fecha del primer depósito del residuo, ya que tienen un tiempo límite para su almacenaje antes de su valorización o eliminación.
Transporte de los residuos industriales
En esta fase los residuos industriales se trasladan hasta la planta donde serán tratados. Igualmente, el transporte de los residuos industriales debe cumplir con la legislación vigente, siendo necesario hacer constar en todo momento el tipo de residuo, su origen y destino, el operador del traslado, los datos del transportista y cualquier otra circunstancia inherente al movimiento de los residuos. El fin es la adecuada trazabilidad del desecho y facilitar su control, vigilancia e inspección.
Tratamiento de los residuos industriales
Se trata de la última etapa de la gestión, en la que se aplica un proceso específico según el destino que se vaya a dar al desecho, ya sea su eliminación o su valoración y reciclaje, dando una segunda vida al producto.
Sobre esto último, desde enero de este año hay un nuevo impuesto que grava la entrega de residuos para su eliminación en vertederos y la eliminación o valorización energética en instalaciones de incineración y de coincineración. Afecta a todo el territorio nacional y se contempla que las comunidades autónomas lo puedan gestionar e incluso incrementar los tipos impositivos. El objetivo es fomentar la prevención, preparación para la reutilización y el reciclado de los residuos bajo el principio de que “el que contamina, paga”.
La importancia de manejar adecuadamente los residuos industriales
La crisis climática actual y la creciente preocupación y concienciación al respecto han provocado que el manejo responsable de los residuos pase a ser tarea prioritaria para muchas empresas. No solo eso. Más allá de la protección del medio ambiente y del cumplimiento de la normativa vigente, la adecuada gestión de estos excedentes de la industria mejora la imagen de las organizaciones y hace que ganen en eficiencia y competitividad a largo plazo.