¿Hace falta una página web para trabajar?

¿Necesitan las pymes tener una web para digitalizar su actividad? Estos portales online permiten alojar contenido o crear tiendas e-commerce, pero también exigen tiempo y capital para su mantenimiento y gestión. Existiendo alternativas como redes sociales, ¿son realmente imprescindibles para trabajar?

Dominio, hosting, correo electrónico, e-commerce: ¿cómo se contrata una página web y sus servicios?

El primer paso para adquirir un dominio, que es la dirección web (‘www.tuempresa.algo’), es saber si está libre y sin dueño. Para ello se pueden consultar espacios como One.com, Ionos u Hostalia, que a su vez ofrecerán diferentes planes de hospedaje (hosting) y servicios como correo web.

El nombre de dominio se suele comprar y es de propiedad de quien lo hace, pero el hosting, espacio en la nube donde se deposita la página web para que esté accesible, suele ser de alquiler con cuota mensual o anual (más económica). Cuanto más espacio necesite la web, mayor será este alquiler digital.

La mayoría de los alojamientos web incluyen la gestión de cuentas de correo (‘nombre@tuempresa.algo’) a través de un gestor web, que a su vez hace uso de espacio en el servidor hosting; así como servicios de creación de la web de forma modular o la posibilidad de desplegar un e-commerce en ella.

A la hora de contratar un hosting, conviene valorar cuántas de estas opciones se van a necesitar en la actualidad o en los meses venideros, dado que siempre es posible migrar el dominio a otro hospedaje digital en el futuro, de la misma forma que nos podemos llevar los muebles propios al cambiar de piso de alquiler: con algo de esfuerzo.

¿Por qué se suele recomendar WordPress para pymes?

WordPress (WP) es un programa de gestión de contenidos (CMS) que permite configurar la web de forma sencilla y modular. Es el análogo web a los clásicos ladrillos de Lego: cualquiera puede levantar una pared con ellos sin conocimientos de arquitectura.

En marzo de 2019, WP era usado por el 33,4% de todos los sitios web. En junio de 2021 la cifra había subido al 41,7% de las páginas web, según W3Techs. Esta cuota en aumento se debe a que es una plataforma extremadamente sencilla de usar, muy segura y gratuita (según versión). Ideal para profesionales sin formación en programación y pymes.

Por lo general, el hosting contratado suele incluir un paquete básico y limitado de forma gratuita. Es una versión similar a la que se encuentra en WordPress.com/es/ (donde ofrecen también hosting) y, aunque es ligeramente más sencillo, no se recomienda por los problemas para escalar a posteriori. La versión descargable de WordPress.com (recomendada) es gratuita e incluye una guía de instalación en cinco minutos para todo el mundo.

Inconvenientes de disponer de página web propia

Incluso usando un CMS asequible como WordPress, mantener una página web en funcionamiento exige un importante gasto en horas y dinero, especialmente si no se hace uso de soluciones modulares. Será necesario estar atento a retoques en el código a medida que este se actualiza, posicionar la web mediante SEO para que sea localizada o estar al tanto de las obligaciones legales.

Todo esto conlleva una atención especializada cuyo coste hay que sumar al del hospedaje. La cuota fija mensual puede pesar frente a otras alternativas como perfiles abiertos en redes sociales, cada vez más usados por los potenciales clientes. Abrir una página de Facebook, un perfil de Twitter o disponer de ficha en Google Maps son alternativas que deben tenerse en cuenta.

Ventajas de tener página web para trabajar

Con la excepción de configuraciones limitadas, la ventaja principal de disponer de una página web para una empresa es la libertad que ofrece a la hora de comunicarse con el cliente. Si se cuenta con personal cualificado para montar una plataforma web, se abren muchas posibilidades:

• Establecer una home (página principal) atractiva que ayude al cliente a entender el enfoque de la empresa de un solo vistazo.
• Crear y optimizar landings o lugares de ‘aterrizaje’ para introducir a los visitantes en embudos de conversión.
• Diseñar y desplegar un blog con el que mantener conversaciones y hacer anuncios.
• Configurar una plataforma de venta online (tienda digital) con pasarela segura de pago.
• Montar calendarios visibles para que los clientes reserven hora o pidan ayuda.

Las páginas web son herramientas muy versátiles si se tiene acceso a un CMS manejable o se dispone de experiencia en programación. El código permite hacer casi cualquier acción que se pueda pensar, lo que da mucho juego a las organizaciones. Aunque cabe preguntarse cómo usan internet los clientes.

Un paso crítico a la hora de decidirse por abrir un sitio web consiste en determinar dónde está el consumidor. Si este apenas abre el navegador o no busca en Google de forma genérica, haciendo uso de aplicaciones específicas como redes sociales para comunicarse, quizá sea conveniente destinar los recursos a otros proyectos digitales.