HINTES Oil Europa: la perseverancia de una buena idea
El plástico es un material casi omnipresente en nuestra vida y, sin embargo, su impacto medioambiental es excesivamente alto. Se calcula que un plástico normal puede llegar a tardar en descomponerse entre 100 y 1.000 años, según las condiciones en las que se encuentre. Por ello, es fundamental encontrar una segunda vida a aquellos desechos que no se pueden reciclar de la forma convencional.
En Almería, un inmenso mar de plástico salpica el Campo de Dalías, un entorno natural de la costa que emite destellos con el brillo del sol. Debajo de ese plástico, se encuentran invernaderos que producen tomates, melones o pimientos para toda Europa.
Gran parte del plástico que se utiliza en la agricultura almeriense “no puede ser reciclado de manera mecánica o convencional”, como explica Fernando Estrada, director general y cofundador de HINTES Oil Europa. Pero no solo los que proceden de los invernaderos: otros, como los plásticos industriales, o los residuos de la fracción rechazo de los residuos sólidos urbanos “por su mezcla y sus diferentes tipos tampoco pueden ser reciclados”. Su único destino era el vertedero, con el impacto medioambiental que esto supone.
¿Qué se hace con el plástico “difícil” de reciclar?
HINTES Oil Europe es una empresa almeriense que recicla plásticos que ya no pueden reutilizarse por el cauce habitual.
Lo hacen a través de un proceso químico, la pirólisis, que da lugar a un aceite útil para la fabricación de nuevo plástico. De esta forma, se consigue dar una segunda vida a algo que antes no la tenía.
Con este proceso, como explica Fernando, “el producto que sale de HINTES es un producto que proviene de un residuo y que vuelve a un ciclo de vida”, fabricando plásticos. Además, la carbonilla que se obtiene en el proceso de pirólisis también se utiliza para carbón activo, para las plantas de asfalto y, “en una derivada de mayor valor, para fotocatálisis”.
El aprovechamiento, por tanto, de estos materiales que hasta ahora estaban condenados a una lenta degradación en un vertedero supone una revolución no solo para el sector productivo, sino también para el cuidado de nuestro planeta, cada vez más amenazado por la presencia de residuos plásticos.
El éxito de una idea a pesar de un accidentado comienzo
Cuando una idea es buena, supera todos los obstáculos. Este es el caso del origen de HINTES que, en uno de los primeros momentos de su puesta en marcha, en 2014, vivió un percance que paralizó el proyecto durante un tiempo. “La empresa que estaba haciendo el montaje de calderería sufrió un accidente y nos destruyó la planta”, recuerda Fernando de ese fatídico año.
Sin embargo, volvieron a ponerse manos a la obra y en unos años desarrollaron la idea hasta que, a finales de 2018, pudieron presentar el producto e “industrializarlo de una manera que fuese eficiente y rentable”, comenta el fundador de HINTES.
