¿Qué es y cómo funciona un marketplace?
Cuando una empresa o negocio decide empezar a vender por internet la gran mayoría piensa en montar una tienda online. Pero existen otras alternativas que pueden resultar muy interesantes en la red, sin necesidad de tener que contar con el peaje de un desarrollo y mantenimiento de la propia tienda. Hoy vamos a explicar una de las opciones y veremos qué es un marketplace, cómo funciona, qué ventajas ofrece y qué tipos hay disponibles.
Índice:
- ¿Qué es un marketplace?
- ¿Cómo funciona un marketplace?
- Características de los marketplace
- ¿Qué diferencias hay entre un marketplace y un e-commerce?
- ¿Por qué vender en un marketplace? Ventajas
- Algunos inconvenientes de vender en un marketplace
- ¿Qué tipos de marketplaces hay?
- ¿Cómo elegir el mejor marketplace para mi negocio?
¿Qué es un marketplace?
Si hablamos de un marketplace no es otra cosa que una gran plataforma de comercio online donde diferentes empresas ofrecen sus productos aprovechando la logística e infraestructuras que pone a su disposición. Es decir, la empresa que decide vender a través de este espacio solo tiene que preocuparse de decidir qué productos quiere acercar al público y a qué precio.
Si montar una tienda online sería similar en los negocios tradicionales a buscarnos un local bien situado, pagar un alquiler y empezar a vender, podríamos decir que un marketplace no es otra cosa que un gran centro comercial digital, al que acuden miles de clientes y en el que nuestros productos también podrán estar expuestos para que se puedan comprar.
¿Cómo funciona un marketplace?
Un marketplace nos permite vender nuestros productos sin tener que montar nuestra tienda online. Tampoco tendríamos que preocuparnos por la logística, puesto que la gran mayoría de ellos incluso nos dan la posibilidad de utilizar su propia red de transporte o almacenaje.
Además nos asegura estar en un lugar con un gran número de clientes potenciales. Las visitas que tendrá esta plataforma de venta online van a ser muy altas, nada comparado con lo que podría tener nuestro propio e-commerce si lo montamos por nuestra cuenta.
Lógicamente implica unos costes. En la mayoría de ellos se suele pagar un canon fijo por un número determinado de artículos que tenemos a la venta, además de un porcentaje acordado por cada una de las ventas realizadas. Si utilizamos la red logística, el almacenamiento o empresas de mensajería también lo abonaremos aparte. Esto hace que el margen sea menor para la empresa, pero también se reducirán los gastos de empezar a vender por internet.
Estaremos sujetos a unas determinadas condiciones en la fijación de precios según determinadas cláusulas. Por ejemplo, si hoy vendemos a través de esta plataforma, pero mañana queremos abrir nuestra tienda online, los precios de los productos comunes que tengamos en ambos sitios tendrán que ser los mismos.
Estos términos también regulan las políticas de devolución o reembolso así como los tiempos de envío, etc. Además, posiblemente no seremos los únicos que ofrezcamos este producto, por lo que vamos a tener competencia de otros vendedores dentro del propio marketplace. Esto implica que los márgenes de beneficios se reducirán más todavía al tener que ajustar precios para ser competitivos.
Características de los marketplace
Un marketplace es un lugar de encuentro, un bazar virtual. La analogía más cercana podría ser un mercado al aire libre donde diferentes vendedores muestran sus productos al público. Esta configuración como confluencia de empresas y productos le otorga una serie de rasgos muy particulares.
- Competitividad: el escenario del marketplace es un torbellino en el que se lucha sin cuartel para convencer al consumidor. Este tiene una oferta enorme a su disposición y la posibilidad de escoger el producto que más se ajuste a sus necesidades, filtrando, comparando, descartando y finalmente decidiendo.
- Alternancia: cuando el consumidor se decanta por el producto de una compañía, esta tiene un comprador, pero solo la oportunidad de tener un cliente. La inmensa variedad de opciones disponibles y las facilidades para hacer criba permiten al usuario cambiar su elección en cualquier momento.
- Visibilidad: el contexto del marketplace le da a las marcas todo el relieve de una gran plataforma, lo que representa una excelente oportunidad para proyectos de pequeño tamaño que individualmente no podrían procurarse una promoción competitiva.
- Seguridad: los marketplace legítimos (aquellos con sello de e-commerce) cuentan con buenas medidas de protección para los pagos electrónicos y la privacidad.
¿Qué diferencias hay entre un marketplace y un e-commerce?
Un marketplace no es un comercio electrónico aunque ofrezca funcionalidades propias de este; de igual modo que un centro comercial masivo no es la tienda de una marca, sino la concurrencia de muchas de ellas a través de un servicio externo.
Mientras que un e-commerce es la extensión comercial en Internet de una marca en particular -o de varias marcas que comparten la misma matriz-, un marketplace es un hub online en el que el propietario cede espacio virtual a muchas compañías para que estas comercialicen sus productos.
Simplificando, se puede decir que un marketplace es la suma de los e-commerce de muchas compañías, todas ‘huéspedes’ del dueño del sitio y en feroz competencia entre ellas.
¿Por qué vender en un marketplace? Ventajas
El éxito de los marketplaces viene asociado a dos cuestiones básicas como son una gran oferta de producto y un gran número de clientes potenciales que ya compran en dicha plataforma. Esto hace que sea muy atractivo para las empresas vender en un marketplace.
Traducido a un negocio tradicional, sería el equivalente a empezar a vender dentro de un gran centro comercial, donde cada día acuden miles de clientes que pasan también por delante del escaparate de nuestra tienda.
- Más facilidad para empezar a vender online, ya que podemos comenzar a hacerlo de inmediato sin apenas inversión.
- Mejor posicionamiento, puesto que estas plataformas están muy bien situadas cuando un cliente busca un producto que ellas ofrecen a través de internet.
- Agilidad en la gestión de pagos, porque no necesitamos montar nuestra propia pasarela. El cliente paga a la plataforma que luego nos liquidará los productos vendidos.
- Posibilidad de uso de la logística del marketplace, no solo para el envío sino también para el almacenamiento, así como mayor rapidez en la distribución del producto que vendemos.
- Facilidad para vender a nivel internacional, algo que para muchas empresas es muy importante y a la vez difícil de conseguir con su propia tienda online.
- Sinergias con otros vendedores de las que nos podremos beneficiar. Por ejemplo, si vendemos sombrillas de playa podemos aparecer relacionados cuando un cliente busque cremas de protección solar.
Algunos inconvenientes de vender en un marketplace
No todo son ventajas. Existen algunos inconvenientes en este tipo de venta online que tienen que ver con dos cuestiones básicas, la competencia y no ser nosotros los que marcamos las reglas.
En el primer caso no vamos a ser la única empresa que ofrezca un producto determinado. Esto nos obliga a ajustar mucho el precio para tener visibilidad y que nuestros productos se vendan lo que, lógicamente, reduce nuestro beneficio. Es muy rentable si conseguimos un volumen de ventas importante.
A veces hay que invertir en publicidad dentro del propio marketplace, promocionando nuestros productos para ganar visibilidad y ventas, lo que puede reducir todavía más nuestro beneficio. A medida que ganemos reputación con ventas y valoraciones positivas de los clientes este posicionamiento se conseguirá de forma natural.
No tenemos contacto directo con el público al que nos dirigimos, donde los datos en la mayoría de los casos van a pertenecer al propio marketplace. Esto limita nuestras posibilidades de fidelizar a los clientes y que repitan compras.
Por último es el marketplace el que fija las reglas y no nosotros. Ellos deciden qué productos muestran primero y por qué motivo. Además de establecer las condiciones de porcentajes por venta o si podemos o no vender a un precio diferente en nuestra propia tienda online.
¿Qué tipos de marketplaces hay?
Este tipo de plataformas se pueden clasificar, según lo que se vaya a vender, en tres tipos:
- Marketplace de producto, se pone a disposición del cliente un bien material o de consumo. Son los más extendidos y populares.
- Marketplace de servicios, donde lo que se ofrece es, como indica su nombre, un servicio, entre los que encontramos una reserva de mesa en un restaurante o plataformas de música o vídeo bajo demanda o de alquiler de pisos, por ejemplo.
- Marketplace laboral, que intermedia entre empresas y profesionales, ya sea para ser contratados directamente o para encargar un trabajo determinado.
A su vez, dentro de cada una de estas modalidades, se pueden dividir en dos categorías: generalistas o de nicho.
Marketplaces horizontales o generalista
Son plataformas que venden todo tipo de productos. Su equivalente en el mercado tradicional sería un gran supermercado, donde lo mismo podemos encontrar fruta fresca, un detergente o ropa.
Marketplaces verticales o de nicho
Nos referimos a plataformas especializadas en una determinada categoría, por ejemplo, electrónica, deportes, bricolaje, etc. La ventaja es que el cliente que acude aquí tiene muy claro lo que necesita y busca un producto específico.
¿Cómo elegir el mejor marketplace para mi negocio?
A la hora de escoger el marketplace una de las primeras cuestiones que deberíamos evaluar son los costes que nos supone vender un producto en su gama más básica y la competencia que tenemos dentro de la propia plataforma. En función de estos parámetros podremos determinar si saldrá o no rentable la venta.
Además hay que tener en cuenta factores como la facilidad para utilizar la plataforma logística, cómo se gestionan los pagos y cada cuánto tiempo nos van a liquidar lo que hemos vendido o las condiciones que nos imponen para trabajar con ellos.
También si lo que buscamos es aparecer en una plataforma horizontal, donde se venden todo tipo de cosas y que por lo general tienen un mayor número de clientes, muchos de ellos ya fidelizados; o nos asociamos con una vertical, donde el público que nos llega ya viene buscando algo específico de nuestro sector.
No es una decisión fácil, pero sí es cierto que empezar a vender a través de estas plataformas tiene poco coste y es fácil dejarlo si no obtenemos los resultados esperados.