Cómo planificar los objetivos de una empresa para 2025
Todas las compañías nacen con una razón de ser, un hito que quieren alcanzar y sobre el que estructuran el conjunto de su actividad empresarial. Normalmente esa meta conlleva la consecución de una serie de objetivos generales, así como otros muchos específicos (mejorar cosas en un departamento en concreto, implantar programas de formación continua, etc.), que deben ejecutar en un determinado periodo de tiempo y que reciben la denominación de objetivos empresariales.
A continuación, te explicamos qué son los objetivos de una empresa, cómo se perfilan y se clasifican en atención a determinados parámetros.
Índice:
- ¿Qué son los objetivos de una empresa?
- ¿Cómo definir los objetivos empresariales?
- Objetivos generales vs. objetivos específicos
- Objetivos cuantitativos vs. objetivos cualitativos
- Objetivos empresariales según el tiempo
- ¿Cómo se mide el cumplimiento de los objetivos?
¿Qué son los objetivos de una empresa?
Los objetivos empresariales son el conjunto de hitos que una compañía se propone alcanzar en un periodo de tiempo concreto. Para ello, define una hoja de ruta o estrategia de actuación que le ayude a alcanzar los desafíos fijados, en el plazo estipulado, los cuales deberá ir midiendo periódicamente con la intención de conocer si las acciones desplegadas son las más adecuadas al fin marcado.
De lo anterior se extrae que los objetivos de una empresa deben ser medibles, de otra manera sería imposible comprobar si se han satisfecho, al igual que tampoco podríamos asegurarnos de que las acciones que hemos puesto en marcha realmente están funcionando o están en línea con la estrategia que tenemos en la compañía.
¿Cómo definir los objetivos empresariales?
El plan estratégico de una compañía se vertebra en base a unos resultados que espera alcanzar, para lo que pone en marcha una serie de acciones con la intención de lograr sus objetivos empresariales en un periodo de tiempo.
Para definir los objetivos empresariales lo primero será examinar la empresa y determinar en atención a su misión –qué se quiere hacer–, a su visión –cómo se quiere hacer– y a sus valores, los retos a alcanzar en los siguientes cuatro grandes ámbitos:
- Como negocio es clave fijar qué crecimiento se quiere experimentar, en cuánto tiempo se quiere lograr, así como delimitar las potenciales nuevas líneas de mercado a explorar en el futuro.
- Como empresa es relevante establecer qué objetivos se persiguen alcanzar en cada uno de sus departamentos.
- Como organización, formada por personas, es importante perfilar las políticas de atracción y retención de talento en base a objetivos cuantificables.
- Como actividad empresarial que tiene un impacto en el entorno con el que se relaciona es recomendable clarificar los objetivos que se persiguen lograr a través de la política de RSC.
Aunque se han diseñado diferentes metodologías para definir los objetivos empresariales la más utilizada, además de ser la que ofrece una mayor capacidad de seguimiento gracias a estar basada en la medición de resultados, es la SMART. En este sentido SMART es un acrónimo formado por las cualidades que deben poseer los objetivos definidos en la estrategia de una compañía, los cuales se ajustarán a ser: specific (específico), measurable (medible), achievable (alcanzable), relevant (relevante) y time-based (enmarcados en el tiempo).
Objetivos generales vs. objetivos específicos
Los objetivos generales son los grandes resultados globales que la compañía espera alcanzar y, normalmente, están plenamente relacionados con la misión, visión y valores de la empresa. Por su parte, los objetivos específicos son aquellos que solo afectan a un ámbito de la empresa, a un área o departamento concreto, o incluso a una arista muy determinada del negocio.
La relación entre objetivos generales y específicos es absoluta, ya que los segundos normalmente se configuran como un paso previo e inexorable que impulsará la consecución de los primeros.
Objetivos cuantitativos vs. objetivos cualitativos
Es recomendable que los objetivos empresariales sean cuantitativos, es decir medibles, para poder definir el nivel de cumplimiento que se está logrando con la estrategia desplegada a tal fin.
Ahora bien, también es posible que a nivel empresarial se determinen otros objetivos denominados cualitativos, aunque plantean importantes retos ligados a la subjetividad del nivel de progreso de los mismos, así como a la comprobación de la eficacia de la planificación puesta en marcha para su consecución. El motivo de estas dificultades es que no es posible aplicar una metodología que facilite la comprobación científica del éxito, o fracaso, de la estrategia desplegada.
Objetivos empresariales según el tiempo
Al definir los objetivos de una empresa es necesario determinar no solo los resultados que se esperan alcanzar, además de las acciones que se pondrán en marcha para ello, también el plazo temporal del que se dispone para lograrlos. La duración del tiempo fijado es el que delimita que sean:
- Objetivos a corto plazo: el periodo es inferior a un año.
- Objetivos a medio plazo: el plazo de cumplimiento es de uno a tres años.
- Objetivos a largo plazo: el tiempo del que se dispone se sitúa entre los tres y los cinco años.
¿Cómo se mide el cumplimiento de los objetivos?
Siempre que se perfilan los objetivos de una empresa se debe explicar qué metodología se va a seguir para comprobar su progreso y asegurar su cumplimiento. El motivo de que sea tan importante medir periódicamente la evolución de cada objetivo es que nos ayuda a identificar errores e implementar acciones de mejora. Para esto, debemos comparar adecuadamente en qué punto comenzamos y en cuál estamos a la hora de realizar esta medición, comprobando también que la estrategia que hemos llevado a cabo es la que habíamos definido inicialmente.
En definitiva, solo desde la medición de los resultados alcanzados con la estrategia empresarial será posible concluir si el progreso que se está siguiendo es el esperado o si, por el contrario, se requiere realizar ajustes con el fin de garantizar que se alcanzarán los resultados fijados en el tiempo estipulado para ello.
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