Los 6 pilares sobre los que descansan los fondos europeos
El objetivo que persiguen los fondos europeos es garantizar que el conjunto de territorios que conforman la Unión alcancen el mismo nivel de desarrollo económico y social, para evitar una Europa que camine a dos velocidades. Con esta intención, el Parlamento Europeo daba luz verde al Reglamento (UE) 2021/241, en el que se ha aprobado el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia para ayudar a los países a hacer frente a la crisis que la pandemia ha provocado dentro de sus fronteras.
Por qué son importantes los pilares
La primera observación interesante que realiza el Reglamento es que reconoce, en su artículo tercero, que cada país cuenta con características propias a las que se deberá atender de manera personalizada. Es decir, no es posible poner en marcha un gran plan que se aplique, de igual manera, en Italia, Francia, Alemania o España. El motivo es sencillo, el impacto de la pandemia en sus economías y sistemas financieros ha sido diferente, por lo que las ayudas de recuperación deberán contemplar esas disparidades.
Con ese punto de partida, la Unión evita que el diseño de las iniciativas particulares de cada país perjudique o haga peligrar la recuperación y el desarrollo económico del resto. Un pilar sobre el que se construye el conjunto de acciones públicas y privadas que se pretenden desencadenar, y que explica la existencia de 27 Planes de Recuperación Transformación y Resiliencia, entre ellos el español. Políticas que después se transformarán en dinero público destinado a contratos, subvenciones, Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE)… Además, habrá otras formas de intervención como reformas normativas o creación de estructuras e instituciones que irán orientadas en la misma línea. Cambios que, es esperable, repercutan en el ecosistema empresarial.
Los seis pilares de los fondos europeos
El plan responde a los seis pilares del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, que abarcan desde la preparación y adecuación del sistema de cara a potenciales crisis sanitarias hasta el desarrollo de políticas que aúnen el avance empresarial con la protección del medioambiente
Transición ecológica
Con este pilar se intenta incorporar los límites ambientales del planeta y detener los procesos de deterioro ecológico. Para ello, se pretende promover:
- La descarbonización.
- La eficiencia energética.
- El despliegue e integración de las energías renovables.
- La electrificación de la economía.
- El almacenamiento de energía.
- La economía circular.
- Las soluciones basadas en la naturaleza y la mejora de la resiliencia de todos los sectores económicos.
Transformación digital
Como su propio nombre indica, tiene por objetivo impulsar la transformación digital, dando respuesta a cinco grandes retos:
- Garantizar la accesibilidad del conjunto de la población a la digitalización.
- Impulsar la transformación digital de las empresas, con un énfasis especial en startups y otro tipo de pymes, así como en compañías del sector industrial.
- Promoción del I+D+i.
- Capacitación digital de la población.
- Aprovechamiento de sinergias con el plan relacionado con la transformación verde.
Crecimiento inteligente, sostenible e inclusivo
Incluye la cohesión económica, el empleo, la productividad, la competitividad, investigación, desarrollo e innovación y el buen funcionamiento del mercado interior con pymes sólidas. En cuanto a las acciones previstas en este pilar, destacan:
- Impulsar la inversión productiva, la innovación y la modernización de las empresas.
- Mejorar el clima de negocios.
- Fomentar el emprendimiento, el crecimiento, la digitalización y la innovación de las pymes y su internacionalización.
- Apoyar al comercio.
Cohesión social y territorial de todos los pueblos y territorios de Europa
Pretende lograr un crecimiento económico sólido y sostenible que fomente la unión entre territorios y personas. Para ello, se quiere conjugar justicia y reducción de las desigualdades con la estabilización de la economía y la promoción de la eficiencia.
Al tratarse de un pilar, que tiene una orientación más general, las acciones son más heterogéneas. En él, las medidas abarcan aspectos que van desde el ámbito educativo al deportivo, pasando por los impuestos, las infraestructuras de telecomunicaciones o el empleo de la mujer, entre otros.
Resiliencia sanitaria, económica, social e institucional y aumento de la preparación frente a las crisis
En este caso, los objetivos se pueden agrupar en dos grandes bloques. En primer lugar, los que se marcan para contribuir a la estabilización frente a posibles shocks futuros de distinta naturaleza. En segundo lugar, los que quieren elevar el crecimiento potencial de la economía española por encima del 2 %. Entre las acciones diseñadas para lograr estos retos destacan:
- Renovación y ampliación de la capacidad del Sistema Nacional de Salud.
- Actuaciones de digitalización de la Administración.
- Digitalización de la Justicia.
Políticas para las próximas generaciones, la infancia y la juventud, incluidas la educación y las competencias
El plan pretende ser un instrumento de justicia intergeneracional, tratando de impulsar la economía con la vista puesta en el medio y largo plazo. Al mismo tiempo, incluye políticas para brindar oportunidades a las siguientes generaciones, especialmente en el ámbito educativo, de las competencias digitales y del mercado de trabajo. Entre los desafíos planteados encontramos:
- La modernización y digitalización del sistema educativo en general y de la formación profesional en particular.
- La mejora de la cualificación profesional.
- El refuerzo de las competencias digitales.
- Un plan de choque contra el desempleo juvenil.
- Políticas de fomento del deporte.
Como vemos, la orientación de los pilares de los fondos europeos se alinea con una serie de objetivos que están marcados en la agenda empresarial y de la política económica.