¿Qué son y cómo funcionan los data centers o centros de datos?
La columna vertebral de los servicios de conectividad digital son, sin lugar a dudas, los centros de datos o data centers. Al fin y al cabo, no solo permiten almacenar y procesar grandes volúmenes de información, sino también ponerla a disposición de los usuarios sin importar el lugar en el que se encuentren.
Pero ¿qué es un data center exactamente? ¿Cómo funciona y cuáles son los elementos que lo componen? A estas preguntas y a algunas otras queremos darles respuesta en este artículo.
Índice:
¿Qué es un centro de datos?
Los centros de datos o data centers son enclaves físicos en los que se almacenan, procesan y distribuyen los datos de una o varias empresas. El espacio que ocupan suele variar en función de este último aspecto. En el caso de las pymes, suelen tener el tamaño de una pequeña oficina. En el de las big tech, pueden llegar a requerir miles de metros cuadrados.
¿Cómo funcionan?
Los servidores, que son dispositivos de alto rendimiento que se encargan de almacenar la información y de ejecutar aplicaciones, suponen la base sobre la que se construyen los centros de datos. Estos terminales se organizan en racks y permanecen conectados entre sí mediante redes de alta velocidad que garantizan que las transferencias de archivos se realicen de la forma más rápida posible.
Evidentemente, es necesario alimentar estos servidores, para lo cual es imprescindible el uso de sistemas de energía ininterrumpida (UPS, por sus siglas en inglés). En previsión de que puedan fallar, también se emplean generadores de emergencia que, llegado el caso, suministrarán la electricidad suficiente como para mantenerlos encendidos y operativos.
¿Qué compone un data center?
Una vez explicado qué es un data center y cómo funciona, llega el momento de explicar cuáles son los elementos clave que lo componen y que le permiten realizar su trabajo:
- Servidores: son los equipos destinados al almacenamiento y procesamiento de los datos de las empresas que han construido el data center o que han contratado sus servicios. Se usan para llevar a cabo una virtualización efectiva y permitir el acceso a la información de forma remota. Generalmente, a través de una conexión a internet y unas credenciales de acceso. Requieren de sistemas de refrigeración y de gestión energética.
- Sistemas de refrigeración: los acabamos de citar. Los servidores permanecen en funcionamiento durante largos períodos de tiempo (en muchas ocasiones, años). Este hecho, unido a la temperatura del centro de datos y a las exigencias de rendimiento de los equipos, hace necesario el uso de un sistema de refrigeración que impida que su temperatura suba, lo que podría conllevar un mal funcionamiento.
- Racks: también denominados ‘gabinetes de telecomunicaciones’. Su función es almacenar los equipos electrónicos indispensables para almacenar los datos de las empresas, es decir, los servidores que citamos anteriormente. Para garantizar su disponibilidad y seguridad, han de situarse en un ambiente térmico óptimo.
- Redes: bajo este concepto se engloban todas las soluciones de conectividad del data center. Hablamos, por ejemplo, de los equipos de conmutación, los enrutadores y, por supuesto, el cableado que permite interconectar los distintos servidores. Su diseño ha de ser llevado a cabo por un experto en la materia, ya que de él dependerá que puedan gestionar los flujos de datos necesarios sin dificultad.
- Sistema de ciberseguridad: sistemas cortafuegos, mecanismos de control de acceso, soluciones WAF e IPS… Los centros de procesamiento de datos han de contar con todas las herramientas posibles para prevenir ciberataques y pérdidas de información comprometida.
Tipos de centros de datos
Actualmente, la opción preferida de muchas empresas, especialmente si poseen un tamaño grande, es diseñar y construir sus propios centros de datos empresariales. Sin embargo, hacerlo tiene la desventaja de requerir una fuerte inversión económica inicial y de ser responsable de su gestión y mantenimiento.
Sin embargo, este servicio se puede externalizar. Este es el motivo por el que podemos distinguir otros tres tipos de data centers más allá del anterior:
- Centros de datos de colocación (housing): se trata de empresas con grandes infraestructuras de almacenamiento de datos que alquilan parcialmente su espacio a cambio del pago de una cuota mensual. Dentro del precio está incluida la seguridad, el suministro eléctrico y la refrigeración suficiente para cumplir con las exigencias del cliente, pero no los servidores.
- Centros de datos de servicios gestionados (hosting): se trata de una variante del tipo anterior, ya que también ofrecen sus servicios de almacenamiento de datos. Sin embargo, al mismo tiempo permiten alquilar los servidores, no solo el espacio como en el caso anterior.
- Centros de datos en la nube (cloud): los clientes solo tienen acceso a la información a través de internet, ya que los servidores pueden encontrarse en otros países. Por norma general, es la opción más económica y flexible.
Con esta información ha quedado lo suficientemente claro qué es un centro de datos, cómo funciona y qué tipos existen. Como hemos podido comprobar, se trata de una solución muy interesante para todas aquellas empresas que tienen que gestionar grandes flujos de información en su día a día.
