Sostenibilidad en la moda, slow fashion
Dejar de comprar de manera acelerada, impulsiva, siguiendo tendencias caducas o demandando precios tan bajos que terminan afectando a las condiciones laborales de los trabajadores de la empresa. La sostenibilidad en la moda, a través del slow fashion, ha llegado para reclamar que compremos de forma consciente, sabiendo con qué materiales se han fabricado los productos, qué impacto ha tenido para el medioambiente y en qué condiciones los confeccionan los empleados de la marca.
Índice:
- ¿Qué es la moda sostenible?
- ¿Qué es la ropa ecológica?
- ¿Qué define a un negocio de moda sostenible?
- Ventajas de la moda sostenible
¿Qué es la moda sostenible?
La moda sostenible o slow fashion exige a la sociedad ser consumidores responsables y exigir a las firmas de moda que apuesten por la sostenibilidad en la industria textil. En definitiva, desterrar la fast fashion o moda rápida vinculada a tendencias temporales que no han sido pensadas, ni diseñadas, para que queramos realmente incorporarlas a nuestro armario, sino tan solo durante un corto periodo de tiempo que, en muchas ocasiones, no llega ni al año.
Además, al margen de luchar contra el consumismo desmedido, también requiere entender cuál es la situación de los trabajadores de una marca, con qué materiales ha sido confeccionada la ropa, la huella de carbono que eso ha generado… Porque esas prendas destinadas a una moda rápida, demandan producciones realizadas en muy poco tiempo con precios muy asequibles para convertirse en tentaciones en las que el comprador se pueda permitir caer.
¿Significa esto que la moda sostenible es sinónimo de ropa cara? No, pero sí que implica un precio adaptado a que los trabajadores cuenten con unas condiciones laborales justas -tanto en salario como en horario-, en la que no intermedien niños, con materiales de buena calidad destinados a perdurar y con una producción en la que se ha asumido un compromiso con la responsabilidad medioambiental.
¿Qué es la ropa ecológica?
La clave de la ropa ecológica es que los materiales utilizados para su confección suelen ser naturales u orgánicos lo cual, además de ser fundamental a nivel medioambiental, conlleva que será mucho más respetuosa con nuestra piel. No debemos olvidar que las prendas tienden a estar en contacto directo con nuestro cuerpo por lo que la calidad de las mismas es fundamental, especialmente en el caso de personas con alergias o altos niveles de sensibilidad cutánea.
¿Qué define a un negocio de moda sostenible?
La moda ecológica se define en base a tres criterios: materiales utilizados en su confección, condiciones de las personas que fabrican las prendas y compromiso en la reducción del impacto que esa actividad textil pueda tener para el medioambiente.
Son tres aspectos que afectan a toda la cadena de producción de una colección, empezando por el diseño del producto en cuestión que debe estar pensado para tratar de ser atemporal, perdurable tanto por la calidad del material como por la conceptualización de la prenda en cuestión. A partir de aquí, la sostenibilidad debe ir calando en cada uno de los eslabones de las diferentes fases de creación de la prenda hasta que termine en el hogar del comprador final que, a través de la moda sostenible, habrá realizado una adquisición consciente del producto en cuestión.
Uso de recursos naturales
Lino o algodón orgánico son dos de los materiales más vinculados a la moda sostenible, pero también es importante pensar en la calidad y el origen de los tintes de los tejidos, así como en aquellos compuestos con los que se fabrican las cajas y bolsas para su transporte posterior.
Y a ello se une el propio consumo de los recursos naturales, algunos tan importantes como el agua. Según previsiones de la Agencia Europea de Medio Ambiente “la producción textil, a través de los tintes y los productos de acabado, es responsable de aproximadamente el 20 % de la contaminación mundial de agua potable”.
En un momento en el que el agua es un bien verdaderamente escaso es necesario fomentar consumos responsables que reduzcan, en la medida de lo posible, su despilfarro. Un buen ejemplo sería hacerlo a través de una moda más respetuosa con el medioambiente.
Reducción de residuos
Aunque han proliferado empresas que buscan concienciar de dar una segunda vida a las prendas, además de existir la opción de donarlas a personas necesitadas, como recuerda la Agencia Europea del Medio Ambiente, “sólo el 1% se recicla en ropa nueva”. De hecho, “los europeos consumen de media casi 26 kg y se desprenden de unos 11 kg de textiles cada año. La ropa usada puede exportarse fuera de la UE, pero la mayoría (87 %) es incinerada o depositada en vertederos”.
Ante esta perspectiva, se hace necesario apostar por una moda más consciente, que apueste también por la reutilización de la prenda o el reciclaje del tejido con la que fue confeccionada. Un momento en el que, sin duda, las políticas empresariales vinculadas a la economía circular jugarán un rol fundamental en los próximos años.
Condiciones laborales justas
La sostenibilidad no solo defiende un uso respetuoso de los recursos naturales y comprometido con el medioambiente, también unas condiciones justas para los trabajadores de las empresas textiles. Por ello, la moda sostenible se basa en la lucha contra la explotación laboral, la persecución del trabajo infantil y la defensa de que tanto los sueldos como las jornadas de trabajo les garanticen unas condiciones dignas de vida.
Evitar la contaminación
La Agencia Europea de Medio Ambiente alerta de que “las compras de textiles en la UE en 2020 generaron alrededor de 270 Kg de emisiones de CO2 por persona. Esto significa que los productos textiles consumidos en la UE generaron unas emisiones de gases de efecto invernadero de 121 millones de toneladas”. Una industria, la de la moda, que se calcula supone un “10 % de las emisiones mundiales de carbono”.
Con unos datos que invitan a la reflexión la realidad es que todo lo que ayude a reducir la huella de carbono, y a incentivar una moda respetuosa con el medioambiente, será una auténtica contribución a rebajar las cifras así como frenar los efectos perniciosos de los altos niveles de contaminación.
Ventajas de la moda sostenible
Al igual que la moda sostenible se define en base a tres criterios -materiales, condiciones de los trabajadores e impacto medioambiental-, también supone efectos beneficiosos en tres ámbitos: ecosistema, consumidores y marcas.
Impacto ecológico
Ayudar a reducir la huella de carbono, minimizar los residuos, realizar un uso más sostenible de los recursos naturales, reducir la contaminación… Son solo algunas de las ventajas de incentivar una moda sostenible que trabaja con el fin de minimizar el impacto en el ecosistema de la actividad de la industria textil.
En este punto cabe destacar la Etiqueta Ecológica Europea (EEE) Ecolabel con la que se distingue a los bienes que han sido fabricados desde el compromiso medioambiental. Y es que, cuando un producto muestra el sello Ecolabel está afirmando que a lo largo de las diferentes fases de producción del mismo se han seguido, y respetados, los principios vinculados a la sostenibilidad.
Conciencia del consumidor
La apuesta por la filosofía slow fashion se traduce en compradores que se vuelven conscientes de las prendas que adquieren, que dedican un tiempo a decidir si realmente necesitan la ropa por la que van a pagar o, tan solo, están siendo presos de tendencias fugaces.
Un concepto al que ayuda mucho el pre-order, o compra de un producto antes de ser producido ya que, además de dar tiempo a las personas a sopesar el interés real que tienen por el bien en cuestión, ayuda a las marcas a realizar un uso más eficiente de los recursos, evitando los temidos stocks y los costes que generan.
Prendas más duraderas
La moda sostenible también se traduce en la adquisición de prendas que han sido diseñadas para perdurar en el tiempo, para pasar a incorporarse a nuestro armario y que puedan acompañarnos durante varias temporadas. Algo que se logra con el diseño de la prenda, así como con los altos niveles de calidad de los materiales y la técnica de la confección.
Al comprar ropa sostenible se realiza una inversión que, si bien es cierto que al principio puede resultar ligeramente más cara, a la larga nos estará ahorrando un desembolso posterior.
Marcas comprometidas
Una empresa que abandera la protección del medioambiente a través de la producción y defensa de la moda sostenible es, en definitiva, una declaración de intenciones vinculada a su ADN y que se hará visible a través, entre otras, de sus políticas de Responsabilidad Social Corporativa y de su compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Serán compañías que transmitirán a su audiencia su vinculación con una forma de entender la dirección de su negocio desde el equilibrio. Un punto medio en el que al mismo tiempo que se logran beneficios empresariales, se trabaja para minimizar el impacto negativo que la actividad textil causa en el ecosistema y se garantizan unas condiciones dignas de trabajo.
En conclusión, el concepto slow fashion solo pide a sus consumidores que compren de forma consciente y a los empresarios una confección sostenible en cada una de las fases de producción y venta de sus bienes.