La sostenibilidad se apoya en los datos
La sostenibilidad basada en los datos transforma las buenas intenciones en proyectos viables de armonización de la actividad empresarial con la naturaleza. Traza caminos, pone límites, aporta aprendizaje, consolida la credibilidad de los negocios… En definitiva, propicia un salto tecnológico y organizativo que debe contribuir a superar este reto tan destacado.
Eso es especialmente importante para las pymes. Por desgracia, hasta ahora, demasiados negocios con mucho que aportar a la sostenibilidad ambiental no han podido desarrollarse del todo debido a la falta de un marco coherente y contrastable que implique a todas las partes interesadas. Los datos son el altavoz que necesitan para poder consolidarse y crecer.
Índice
- El control de los impactos negativos
- La recepción temprana de alertas
- Patrones ocultos de deterioro ambiental
- Estudio integral del impacto
- El afloramiento de efectos externos positivos
El control de los impactos negativos
Los sensores conectados son capaces de hacer seguimientos continuos y en tiempo real de los impactos ambientales negativos. Los datos pueden viajar a la nube y allí ser objeto de tratamiento con herramientas especializadas en el trabajo con los datos.
Además, podemos obtener un elevado nivel de detalle a medida que el coste de los sensores se va reduciendo. No obstante, es fundamental hacer un análisis previo de qué magnitudes o atributos necesitamos medir. Para ello, hay que tener en cuenta las obligaciones legales y contractuales, así como los compromisos que nacen de la sensibilidad ambiental del propio negocio.
Yendo un paso más allá, en algunos casos, existe un potencial regulador de los datos, sobre todo cuando disponemos de ellos en tiempo real. Cambiaríamos determinadas configuraciones, cuando se detecte necesario e incluso de forma automática, para favorecer la sostenibilidad.
La recepción temprana de alertas
Todo el sistema de datos permite una atención temprana de alertas. En el extremo, los datos sirven para mejorar la comprensión de la actividad y generar predicciones. De este modo, se podrían prevenir impactos negativos antes siquiera de que puedan suceder. También es posible corregir la actuación de la empresa para que determinados efectos benéficos de su actividad se materialicen o consoliden, si es que están en riesgo.
En otros casos, hay que actuar rápido cuando se ha producido un hecho que no hemos podido predecir o prevenir. El dato alarmante dispara un protocolo de actuación que debe minimizar el daño y las posibles responsabilidades.
Además, es especialmente importante recibir alertas externas basadas en redes que toman datos ambientales. Si ha sucedido algo que no depende de nosotros, seguro que sí hay una respuesta propia que resulta más adecuada para la situación.
Patrones ocultos de deterioro ambiental
Las actividades empresariales pueden tener impactos ocultos en la naturaleza o en la relación de esta con las personas. Recordemos que, cuando hablamos de un ecosistema, lo estamos haciendo de un complicado conjunto de relaciones. No es raro que una acción aparentemente neutra pueda tener beneficios o impactos negativos desconocidos.
El big data analiza enormes cantidades de datos para, entre otros objetivos, desentrañar esos patrones ocultos. De este modo, la empresa goza del conocimiento necesario para mantenerse en equilibrio con la naturaleza.
Por tanto, el enfoque cambia por completo. Ya no hablamos de una responsabilidad ambiental acotada, sino de una actitud de aprendizaje continuo en la que los datos guían a cada negocio sobre qué puntos hay que trabajar.
Estudio integral del impacto
Los sistemas de datos permiten integrar los procedentes de muchas fuentes internas y externas de forma coherente. No se analiza una acción puntual que puede parecer sostenible, sino el conjunto de toda la actividad de la empresa.
Así, la sostenibilidad entra en el corazón de la estrategia de la empresa. No es un añadido para mejorar los objetivos, sino un condicionamiento profundo para todas las decisiones de gestión.
Además, es un punto más para remarcar la importancia de las relaciones externas. La empresa, a luz de los datos, puede valorar qué contratos van a tener un impacto ambiental duradero y positivo.
El afloramiento de efectos externos positivos
Con datos, podemos hacer valer el efecto beneficioso de una actividad empresarial para la naturaleza. Esto es especialmente importante en el caso de que parte de esos efectos positivos se trasladen en mejoras en la demanda o los costes de otros negocios que dependen de la conservación de los recursos naturales. Los datos se convierten en el argumento razonable para, por ejemplo, negociar contratos o reivindicar políticas públicas de apoyo.
El afloramiento de patrones ocultos de beneficio ambiental es uno de los puntos más importantes. Podemos descubrir qué empresas son ‘guardianes’ de la naturaleza después de desentrañar un amplio conjunto de relaciones en las que determinados negocios tienen un papel generador de armonía con el entorno.
Los datos, además, disminuyen los costes de emparejamiento. Es más fácil consolidar la confianza necesaria para fomentar la colaboración en proyectos sostenibles que, con frecuencia, implican a varias empresas.
Los datos nos muestran el camino de la sostenibilidad. Las empresas que mejor los manejen tendrán un mayor potencial de desarrollo y una relación más armoniosa con su entorno natural.
